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La pesadilla continúa

Honda reconoce que no sabe lo que ha ocurrido para que los McLaren no hayan podido trabajar a plenitud en los primeros días de entrenamiento. Las dudas siguen creciendo.

Fernando Alonso, ayer en Montmeló
Fernando Alonso, ayer en Montmelólarazon

Honda reconoce que no sabe lo que ha ocurrido para que los McLaren no hayan podido trabajar a plenitud en los primeros días de entrenamiento. Las dudas siguen creciendo.

Incertidumbre, resignación, perplejidad, cabreo... mucho cabreo. Ésta es la situación que actualmente viven McLaren y Alonso ante los problemas de fiabilidad que ha sufrido en la primera semana de entrenamientos. Sus responsables afirman que todo es solucionable, sin especificar los plazos necesarios, si es que realmente tienen capacidad para resolverlo. Unos problemas que, por otra parte, esconden las carencias del chasis hecho por McLaren. El lunes Alonso tuvo una avería debido a un defecto en el diseño del tanque del aceite; y al día siguiente, su compañero padeció una importante falta de potencia que le obligó a rodar en unas condiciones muy limitadas. El responsable de Honda, Yusuke Hasegawa, compareció ayer en conferencia de prensa y reconoció que todavía no sabían exactamente qué había ocurrido. Es decir, no aclaró nada, más bien generó más dudas.

Este periódico ha consultado con varios ingenieros de motores la situación de Honda y todos coinciden en que el fabricante japonés ha arriesgado demasiado en el diseño de la unidad de potencia. Ha querido copiar algunos conceptos del motor de Mercedes (algo que ni han intentado en Ferrari y Renault) y los resultados no son los previstos. Es cierto que el comportamiento de algunas partes del motor en determinadas situaciones extremas no puede evaluarse en la fábrica, pero Honda arrastra ya una grave deficiencia en este sentido después de dos años de fracaso por su incapacidad y por las limitaciones impuestas por la FIA para desarrollar motores estos años atrás. La próxima semana probarán otra unidad de potencia, la misma con la que arrancarán en el primer Gran Premio de la temporada, pero todos coinciden en que no es una buena señal lo ocurrido en los tres primeros días de test. Ayer, Alonso completó 72 giros, pero con una configuración de motor para salir del paso, sin la potencia que debería tener, en modo seguro para, al menos, comprobar mínimamente la aerodinámica. Esto se notó en los tiempos (quedó a tres segundos del mejor con el mismo tipo de neumático) y en el registro de velocidades punta, que era de hasta 30 km/h de media inferior al resto de coches.

El asturiano dio muchas vueltas a costa de hacerlo con un motor que no daba el rendimiento deseado. Y al no tener las prestaciones adecuadas, el resto de pruebas no adquieren toda la información necesaria. Incluso si el motor no está a pleno rendimiento no es posible evaluar cuestiones relativas a cómo afectan los gases a la aerodinámica y, por supuesto, el paso por curva.

En definitiva, un desastre que no tiene solución drástica ya que McLaren no puede cambiar de suministrador de motores de un día para otro por varias razones: recibir un nuevo motor (la FIA puede obligar a Renault, Mercedes y Ferrari a ofrecerlo) necesitaría un rediseño del monoplaza inviable a estas alturas El otro motivo de peso es meramente económico, ya que una hipotética renuncia de McLaren a Honda provocaría un desajuste económico muy importante, pues el fabricante es un apoyo financiero fundamental en el maltrecho equipo inglés, al margen de todas las penalizaciones contractuales que supondría.