Atletismo

Sin medallas por primera vez

Pese a la buena actuación de Mechaal (cuarto en el 1.500) y del relevo 4x400 (quinto) el último día, España suspende en el Mundial

Mechaal empujó al noruego Ingebrigtsen tras superar la meta
Mechaal empujó al noruego Ingebrigtsen tras superar la metalarazon

Pese a la buena actuación de Mechaal (cuarto en el 1.500) y del relevo 4x400 (quinto) el último día, España suspende en el Mundial.

Lo tuvo Mechaal. Vio el hueco, con los dientes apretados, agotado pero con algo de energía todavía, en la última recta del 1.500. Había luz a la izquierda del noruego Ingebrigtsen, que estaba también agotado. Aceleró el español y el nórdico lo vio por los marcadores. Entonces, muy zorro, fue cerrando el camino, le tapó el hueco y superó la meta por delante de él, tercero, dejando para Mechaal el puesto más doloroso, además con la sensación de que era posible algo más. Desesperado, el atleta que se entrena en Madrid a las órdenes de Antonio Serrano, empujó a su rival. Estaban al límite los dos. La penúltima posibilidad de medalla de España se escapó con un cuarto puesto. Terminó triste Mechaal, pero también contento después de un año en el que ha sufrido mucho, amenazado por una sanción polémica por faltar a tres controles antidopaje. Pero el TAS le dio la razón. Inocente. «No soy un dopado ni un apestado», proclamó ayer. Y avisa: «Seguiré entrenándome para hacerlo lo mejor posible».

Antes de eso, por la mañana, la marcha tuvo una buena actuación global, pero lejos de las medallas de forma individual: octavo (Álvaro Martín), noveno (Alberto Amezcúa), décimo (Miguel Ángel López) y décimo tercero (Diego García), en chicos; y un meritorio noveno y décimo puesto para Laura García y María Pérez, respectivamente. Esta vez la prueba en la que se camina en lugar de correr tampoco fue la tabla de salvación, como en tantas otras ocasiones, como hace dos años en Pekín, cuando Miguel Ángel López logró el oro.

Después de lo de Mechaal, quedaba el relevo 4x400. Ahí el objetivo se cumplió: Óscar Husillos, Lucas Búa, Darwin Echeverry y Samuel García tenían como meta batir el récord de España, una plusmarca de 2001, y lo lograron con su 3:00.65, que les sirvió para ser quintos.

La última jornada fue notable para España, pero no la actuación global en Londres. Llegaba a la capital de Inglaterra con 56 atletas, la tercera delegación más numerosa de su historia, y el resultado fue de ninguna medalla, por primera vez, aunque es verdad que los puestos de finalista aumentaron respecto a Pekín. Fue el último Mundial de Ruth Beitia, que lloró al quedar duodécima en altura, y algunos jóvenes dieron motivos para la esperanza. Orlando Ortega (110 vallas) seguirá ahí, Ana Peleteiro (triple) compitió en la élite por fin tan bien como lo hacía de júnior, Mechaal devolvió un finalista con opciones de todo en el 1.500... Son excepciones al suspenso general del equipo nacional.

Fue el Mundial de las sorpresas en general y el Mundial del adiós de Bolt, el mejor velocista de la historia. Ayer fue homenajeado por los 60.000 espectadores, dio una vuelta a la pista y le entregaron un cuadro suyo con el gesto de la flecha que le ha hecho famoso. Un final que se merecía el atleta jamaicano.