Consumo

Consumidores al mando

Consumidores al mando
Consumidores al mandolarazon

El gasto en consumo final de los hogares creció un 2,4% durante 2014. Los expertos vaticinan que este año el incremento podría ser superior al 3%

Un motor que carbura y que vuelve a tirar del carro de la economía. Como si de un mástil se tratara, los consumidores han tomado el mando para apuntalar definitivamente la recuperación. Aunque las ventas al exterior hayan constituido un bote salvavidas cuando el barco parecía hundirse, el crecimiento en 2015 estará capitaneado por el impulso de la demanda interna. Y es que el consumo privado se ha convertido en el principal elemento de propulsión. Los hábitos de compra han sufrido un proceso de metamorfosis. No obstante, existen dos elementos fundamentales para explicar el cambio de tendencia en el consumo: la bajada del paro y la confianza del comprador. Fuentes de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) recalcan el impacto positivo que sobre el consumo puede tener la contención de precios –la bajada del IPC contribuye a la mejora de la renta real de los hogares– y la rebaja del IRPF.

Las ventas de productos de gran consumo crecen más lentamente, debido a la contención de precios en el sector y al aumento del consumo fuera del hogar. En cambio, los bienes de no alimentación suben con fuerza después de unos años de retroceso. Desde Anged recuerdan que la facturación del sector textil ha crecido un 6% hasta mayo, mientras que los electrodomésticos acumulan un repunte del 16%. Para muchos analistas, «el crecimiento de las ventas de electrodomésticos es uno de los indicadores que mejor adelantan la tendencia del consumo para los próximos meses», agregan.

De restar casi tres puntos de crecimiento a aportar más de dos. Entre 2013 y 2014 se registró un cambio significativo en la dinámica de la demanda interna que sirvió para consolidar la recuperación. Sin embargo, el gasto en consumo suele ser una magnitud dependiente del crecimiento, que tiende a amplificar los movimientos cíclicos antes que a generarlos. Julián Pérez opina que el elemento de mayor dinamización del consumo –la elevada creación de empleo- tenderá a moderarse en los próximos años, ya que no parece posible que se mantengan los ritmos registrados en los últimos trimestres.

De cara al futuro, el director general adjunto de Ceprede no cree que podamos esperar mucha más aportación de esta demanda interna, «por lo que será necesario continuar apostando por el sector exterior para mantener un adecuado nivel de crecimiento económico». Asimismo, expone que el gasto en consumo final de los hogares creció en 2014 un 2,4% y vaticina para 2015 un incremento superior al 3%. En cualquier caso, «la evolución de los condicionantes básicos de la economía española no parece que sean los más propicios para que el consumo privado se convierta en el motor del crecimiento», apostilla.

Pese a que la recuperación de la demanda interna sea una realidad, alrededor del 80% de las empresas españolas con presencia en el extranjero asegura que mantendrá su apuesta por el sector exterior. Lejos de tomar el relevo de las exportaciones y de liderar en solitario el crecimiento de la economía, Rafael Muñiz, profesor del máster de Marketing y Comercial en CEF/UDIMA, considera erróneo pensar que la demanda interna sea sustitutiva de las ventas al exterior, y asegura que el consumo privado fue, es y debería ser en el futuro motor de la economía española. Desde Anged afirman que la mejoría del comercio ya se está trasladando al mercado laboral –el sector sumó 17.200 nuevos ocupados en 2014–. De igual modo, señalan que el IPC comercial se quedó en el 0,3% en abril, y que en los últimos siete años ha crecido dos puntos menos que el IPC general.

Además de la reforma fiscal, el abaratamiento de los combustibles y los mejores pronósticos económicos aúpan el ánimo de los consumidores. Fuentes de Anged apuntan que la confianza mantuvo en mayo su nivel máximo en 14 años y, como en los últimos meses, supera a la media europea. Muñiz admite que existe un buen estado de ánimo, pero sostiene que los mensajes del mercado y de la clase política deberían ser más motivadores, porque «lo que mueve al consumo es la confianza, y para eso es imprescindible ilusionar al cliente». En cualquier caso Pérez insiste en que la intensidad de la recuperación es aún muy moderada en relación con las caídas registradas durante la crisis. Así, las cifras de negocio en el comercio minorista se situaban, en los cuatro primeros trimestres de 2015, un 16% por debajo de las registradas en el mismo periodo de 2008.