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Divina Pastora cumple 60 años siempre en beneficios

La aseguradora gana una media de 10-12 millones de euros anuales apoyada en una estrategia de dar cobertura a «lo que realmente necesitas».

Armando Nieto, presidente desde 2007 de Divina Pastora, defiende que al asegurado se le diga siempre la verdad
Armando Nieto, presidente desde 2007 de Divina Pastora, defiende que al asegurado se le diga siempre la verdadlarazon

La aseguradora gana una media de 10-12 millones de euros anuales apoyada en una estrategia de dar cobertura a «lo que realmente necesitas».

El 8 de marzo de 1957 se fundaba en Valencia el Montepío de Previsión Social de Servicio Doméstico Divina Pastora con el fin de asegurar a estas empleadas, extendiendo su actividad posteriormente a las amas de casa. Hoy, 60 años más tarde, esa pequeña mutualidad es una gran empresa con más de 400.000 socios y que patrocina al Joventut de Badalona de baloncesto. No obstante, lo más sorprendente es que haya sido de capaz de mantener beneficios a lo largo de sus seis decenios de vida, incluso durante los años más duros de la crisis, una rara avis en el mundo empresarial español.

Apoyada en una estrategia conservadora, facturó el año pasado 233 millones de euros y obtuvo un beneficio de 10 millones de euros. Concentrado sobre todo en las ramas de salud (la mitad de su actividad) y de vida (un tercio), basa su negocio en ofrecer seguros que no ofrezcan todas las coberturas, sino que se centren en las necesidades básicas, sin complementos. «Hay muchas personas que no pueden gastarse el dinero en comodidades pero sí necesitan gastárselo en coberturas reales y necesarias. Nuestras pólizas están pensadas para esas personas que no pueden pagar 40 y tantos euros al mes por un seguro sanitario. Tenemos seguros que reducen las coberturas a lo que realmente vas a necesitar y consumir. Eso nos permite tener unas tarifas que son la mitad o menos y por eso a veces sorprende lo baratos que son», asegura su presidente Armando Nieto.

Con un perfil poco frecuente en el mundo asegurador, Nieto pilota Divina Pastora desde 2007, al tiempo que da clases de física en la Politécnica de Valencia y ofrece conciertos de piano (muchos de ellos benéficos) en algunas de las salas más reconocidas, como el Auditorio Nacional, el Liceo de Barcelona o el Palau de la Música. Con precisión científica dirige una aseguradora cuya gestión financiera se realiza con previsiones a 30 o 40 años vista, frente a los no más de 10 o 15 años que suelen mirar hacia adelante el resto de firmas del sector. «Así podemos corregir los posibles defectos ahora».

Todo con el fin de «cumplir lo que prometemos», con las ganancias en un segundo plano pues «el beneficio viene solo», y de seguir creciendo con compras de otras compañías. En este sentido, Nieto considera que el sector «se tiene que concentrar» dado que los márgenes se están estrechando. La cuenta financiera «va a reducirse notablemente y va a ser muy complicado que se puedan mantener los beneficios que el sector ha ido dando regularmente». Eso significa que el sector «se tiene que acostumbrar a trabajar más el concepto póliza», en vez del concepto finanzas. «Con los tipos de interés al 0% y sin visos de que vaya a volverse a la situación de hace 20 o 30 años, el sector tiene que trabajar en eficiencia», asegura el presidente de la firma.

Otras de las rarezas de Divina Pastora es que todos sus directivos salen una vez al año (dos en el caso del presidente) a la calle a vender seguros, visitando casa por casa a los posibles clientes, primando la sinceridad. «Queremos que al asegurado se le diga la verdad», dice Nieto. En el lado opuesto de la cadena, se refiere al problema del fraude como algo que «existe pero que hace más ruido que presencia». En cualquier caso, Divina Pastora ha desarrollado «mucha tecnología enfocada a detectar el fraude», si bien no la compañía no está preocupada por este asunto. «Nuestro sistema informático detecta automáticamente los indicios de fraude e investigamos en consecuencia», explica Nieto, que recuerda como un cliente trató una vez de tramitar dos apendicitis para engañarles.