Finanzas

La banca encoge para ser más rentable

La banca encoge para ser más rentable
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Las más de 6.000 entidades de crédito que había en la eurozona en 2008 han quedado reducidas a unas 4.600. En España, sobrevivirán menos de 10 bancos

«El excesivo número de entidades es también un factor del actual bajo nivel de la rentabilidad de los bancos». Lo dijo el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, hace apenas unos días. Y es que en la empedernida búsqueda de rendimiento, la banca está obligada tanto a acometer procesos de concentración como a reducir sus gastos de personal.

Las más de 6.000 entidades de crédito que había en la eurozona en 2008 han quedado reducidas a unas 4.600. Y el constreñimiento continúa. No obstante, resulta complejo determinar su alcance, ya que depende de la evolución del entorno financiero y macroeconómico, y del cambio tecnológico que conlleva la digitalización. En cualquier caso, Santiago Carbó, profesor de Cunef, asegura que cuando los procesos de concentración están bien organizados pueden suponer importantes ahorros, tanto por sinergias como por economías de escala. Y algunos estudios recientes sugieren que el potencial para economías de escala ha vuelto a surgir en Europa, porque el mercado y la regulación han hecho que sea conveniente un tamaño más elevado debido a la estructura del capital y de riesgo –la posibilidad de diversificar es mayor cuantos más clientes y áreas geográficas puedan cubrirse–.

La oferta de servicios bancarios excede a la demanda, y éste fue uno de los problemas que incitó a algunas entidades a asumir demasiado riesgo. Carbó sostiene que, en Europa, la consolidación y reestructuración se está produciendo de forma desigual, y que sigue habiendo demasiadas trabas que exceden el terreno privado. «Aunque aumente la concentración, continúa existiendo mucha presión competitiva, porque los bancos tienen que buscar la rentabilidad debajo de las piedras».

Desde 2008, el sector español ha perdido unos 75.000 empleados y ha cerrado casi 16.000 oficinas. Pero la sangría continúa. «Necesariamente tiene que haber menos bancos y más grandes, lo que va a traer consigo un proceso de fusiones y absorciones que si no se ha activado es por las dudas que todavía planean sobre la solvencia de buena parte del sector. Los precios de las entidades son tan atractivos que, en cualquier momento, pueden empezar a producirse operaciones significativas». Juan Fernando Robles estima que sobran más de 10.000 sucursales y 30.000 empleados. Fuentes del sector esgrimen que el sector financiero español se caracteriza por una «elevada» competencia, que presiona los estrechos márgenes y alimenta las integraciones. De hecho, auguran que en poco tiempo quedarán menos de 10 entidades.

Respecto a fusiones transfronterizas, Carbó recuerda que España ha estado habitualmente en el lado de los compradores. «En una unión bancaria, estos procesos de concentración paneuropeos deberían aumentar. Pero un mercado sin excesivas oscilaciones es crucial. Además, hay importantes exigencias en cumplimiento normativo hasta 2019 con Basilea III que hacen de cualquier cambio en la estructura de una entidad un desafío corporativo aún más complejo», apostilla.

¿Rebote en bolsa?

La banca ha sido uno de los sectores más azotados por las medidas de los bancos centrales. Las entidades europeas cotizan con descuento frente a las estadounidenses, aunque Javier Urones, analista de XTB, recuerda que tanto las dudas sobre Deutsche Bank como de la banca italiana volverán a resurgir, lo que les hace ser escépticos por muy barato que esté el sector. «Otra cuestión distinta es la del sector en Estados Unidos, donde un calendario de subidas severo debería beneficiar sus cotizaciones. Invertir en un relativo a favor del sector financiero estadounidense y en contra de los homólogos europeos nos parece una buena idea», apostilla.

En España, el sector lleva este año una caída acumulada próxima al 15%, y se ha convertido en el principal lastre para el Ibex. Aun así, Victoria Torre, analista de Self Bank, considera que en los próximos dos o tres años deberían verse los frutos de los planes de reestructuración. Aunque admite que las cuentas de resultados seguirán bajo presión por la política monetaria, y atendiendo al precio objetivo que otorga el consenso de analistas de Bloomberg, señala un potencial de revalorización para el sector español cercano al 11% para el próximo año.