Audiencia Nacional

La Audiencia Nacional juzga desde mañana a la célula yihadista de Mustafá Maya, que envió combatientes a Mali y Siria

La Fiscalía pide entre 8 y 14 años de prisión para seis de los integrantes de este grupo, cuyo juicio arranca mañana lunes, por ser una organización terrorista

Mustafá Maya Amaya en una imagen distribuida por las autoridades
Mustafá Maya Amaya en una imagen distribuida por las autoridadeslarazon

La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará a partir de mañana a los cinco integrantes de una 'célula' yihadista que operaba desde Melilla y Málaga y estaba capitaneada por un español, Mustafá Maya Amaya -hijo de padre gitano y postrado en una silla de ruedas- a los que se acusa entre otras acciones de enviar combatientes a Mali y a Siria y para quienes la Fiscalía solicita pena de prisión de entre 8 y 14 años de cárcel.

A los acusados, que además de Maya son Paul Audren Lawrence Cadic, Sylvanin Bertand Guillaume, Farid Cheikh, Davide de Angelis y Chafik Jalel Ben Amara El Mejerí se les investigaba desde febrero de 2010 y según las fuerzas de seguridad integraban una de las mayores redes de captación y envío de radicales para su incorporación a organizaciones yihadistas.

Todos ellos vendrían realizando una incesante labor de facilitación desde el año 2012, nutriendo a otras organizaciones tales como 'Al Qaeda en el Magreb Islámico' (AQMI), el 'Movimiento para la Unicidad y la yihad en África Occidental' (MUJAO), 'Jabhata al Nusra' (JAN) y 'Estado Islámico' (EI), según se detalla en el escrito de calificaciones provisionales de la Fiscalía.

Los integrantes de esta organización se asentaban en España, Bélgica, Luxemburgo, Turquía, Túnez, LIbia,Mali, Francia y Marruecos desarrollando distintas funciones como captadores, falsificadores de documentación, financiadores, pasadores para cruzar voluntarios por las fronteras y receptores de nuevos combatientes.

El promotor de esta organización era Maya Amaya, quien se mantenía en permanente comunicación con musulmanes europeos, asentados principalmente en Francia, a los que captaba por Internet para su desplazamiento a las zonas de actuación de las citadas organizaciones terroristas. Su función es tildada por el Ministerio público de "esencial", pues ponía en contacto a los nuevos voluntarios con los 'facilitadores' y a su vez éstos con los 'pasadores' a otros países.

ASESORES SOBRE RUTAS, EQUIPAMIENTO Y CONTROLES

Para el éxito de su misión, Maya Amaya simultaneaba esta actividad de captación y puesta en contacto de los captados con los otros miembros de la red que también son juzgados por la Audiencia Nacional, y que le asesoraban acerca de los medios de transporte a emplear, rutas, equipamiento, formas de eludir controles policiales etc. Para ello utilizaba medios de comunicación de acceso restringido como el chat de Facebook o Skype.

La investigación realizada a la 'célula' ha acreditado que en 2012 logró enviar combatientes a Mali para hacer la 'yihad' como es el caso de los marroquíes Abdelhak Akrach, Ali Maychou, los hermanos Ibrahim y Moussa El Kaddouri o Abdelaziz el Youncha.

El escrito de conclusiones de la Fiscalía, que detalla a lo largo de 76 páginas las operaciones de captación realizadas por Maya Amaya y su grupo en las redes sociales, señala también que cuando el traslado a Mali se hizo complicado por la intervención militar francesa en la zona, la organización se centró en el envío de voluntarios a Siria a través de la ruta turca.

'HÉGIRA ANTES DE LA HÉGIRA"EN MELILLA

Del mismo modo, y como consecuencia del bloqueo de las fronteras turcas, Maya Amaya desarrolló a finales de 2013 una estrategia a la que llamó 'Hégira antes de la Hégira' por la que centralizaba en la ciudad española de Melilla donde residía la actividad de formación y entrenamiento de los nuevos candidatos antes de su traslado a campos de entrenamiento controlados por organizaciones integristas en Liba, según destaca el fiscal en su escrito.

La actividad del grupo se estructuraba en círculos, siendo el primero el que realizaba funciones de adoctrinamiento y captación; el segundo se encargaba de los medios para el traslado de combatientes -en éste se situaban los también procesados De Angelis, Lawrence Cadic, Farid Cheikh y Sylvain Bertand- y el tercero facilitaba los desplazamientos.