PSOE

Los barones dejan a Sánchez la «papeleta» de la abstención

La decisión de facilitar un gobierno de Rajoy se tomaría en otro Comité Federal, más adelante, si no consigue cerrar su investidura

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ayer, en Sevilla
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ayer, en Sevillalarazon

La decisión de facilitar un gobierno de Rajoy se tomaría en otro Comité Federal, más adelante, si no consigue cerrar su investidura

El PSOE ha puesto las luces largas. Los territorios saben que la investidura de Mariano Rajoy es un mero trámite en el camino hacia la sucesión de Pedro Sánchez. Por ello, prefieren mantenerse en su zona de confort y evitar contaminarse con decisiones de difícil encaje ideológico, como una eventual abstención al PP. En este juego de equilibrios se encuadran las declaraciones de destacados dirigentes del partido que defienden con la misma vehemencia el «no» al presidente en funciones y que el PSOE deba reconstruirse en la oposición. En cualquier caso, ambas posiciones son dos estaciones de un mismo recorrido que acabará con el candidato popular de nuevo en La Moncloa.

Permitir con su abstención que siga al frente del Gobierno «quien más daño ha hecho a este país en los últimos cuatro años con sus políticas injustas» es una determinación que nadie quiere asumir y cuya responsabilidad delegan en el máximo dirigente del partido: el secretario general. «Nos ponemos a su disposición, haremos lo que él nos diga», señalaba con una docilidad inusitada uno de los territorios más insumisos con la dirección. Fuentes de una importante federación reconocen sin ambages a este diario que «ya se piensa en la sucesión» y que, con la mirada puesta en el relevo, nadie quiere «administrar semejante papeleta». Sobre todo, cuando –como reiteran machaconamente los socialistas– a Rajoy «le dan los números». «Que mire a sus afines ideológicos y no ponga sus esperanzas en el PSOE», advierten desde todas direcciones.

De ahí, que no se espere que sea en el Comité Federal de este sábado cuando se dé vía libre a la gobernabilidad del país y a las expectativas que el PP tiene puestas en el cónclave. No en vano desde Génova se había apuntado este lunes que relajarían las presiones sobre Ferraz hasta que se reuniera su máximo órgano entre congresos. La estrategia de los socialistas es tensar la cuerda y mantener el tacticismo unas semanas más, para trasladar la presión a Rajoy, y sólo en el caso de que éste fracase en sus negociaciones y apelando al fin supremo de evitar unas terceras elecciones, facilitar su investidura con una abstención. Pero no ahora –esa tesis ni se menciona aunque esté en la cabeza de todos–, porque lo que toca en este momento, según las fuentes consultadas, es que el presidente en funciones «se esfuerce» y «sude la camiseta». «No se lo vamos a dar todo hecho, que no nos espere», señalan desde la dirección de Ferraz.

En la actualidad el PSOE se encuentra en una fase embrionaria del proceso para digerir la investidura de Rajoy, aunque ni siquiera desde los territorios más afines al secretario general se descarta esta tesis. Eso sí, no contemplan asumirla en este momento. Preguntada la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, sobre si el partido estaba dispuesto a asumir el coste de una repetición electoral, la dirigente vasca respondió que «estamos en una fase mucho más previa que todo eso. El PP tiene que buscar esos acuerdos y dar una cierta estabilidad». En caso de no conseguirlo, la propia Mendia abrió la puerta a la posibilidad de que se convoque otro Comité Federal para tomar la decisión. «No lo descartaría. No es malo que el comité federal se reúna las veces que sea necesario. Es el órgano máximo entre congresos, es el lugar idóneo para adoptar una decisión de calado. Puede darse perfectamente», destacó.

Menos proclive se mostró la secretaria general del PSM, Sara Hernández, que exhibió con rotundidad el «no» a Mariano Rajoy, una negativa sin fisuras y sin cabida a la interpretación, a pesar de que la investidura se encone. Hernández y Mendia fueron las primeras dirigentes territoriales en pasar por Ferraz para consensuar con el secretario general la postura unitaria que defenderá el partido en el Comité Federal. Sánchez mantiene su reclusión mediática y no quiso hacer ninguna declaración sobre los encuentros. Hoy pasarán por el despacho del líder socialista la presidenta balear, Francina Armengol; el valenciano, Ximo Puig; el castellanomanchego, Emiliano García-Page y el catalán, Miquel Iceta.