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El PSOE deja solas a las víctimas para agarrarse a la pancarta

Los socialistas volvieron a escenificar su «desplante» al no asistir al homenaje en el Bosque del Recuerdo n Representantes de PP y de UPyD, con las familias de los asesinados. La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, encabezó la protesta junto a los sindicatos para dejar patente que la oposición útil es agitar la calle

El PSOE deja solas a las víctimas para agarrarse a la pancarta
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MADRID- En ese espacio cercado por los olivos y los cipreses que Madrid reserva al recuerdo de los 191 inocentes que murieron por el terror en la matanza del 11-M, volvió a estar presente la división entre la política y las víctimas. Esta vez la brecha fue más profunda. Los sindicatos UGT y CC OO prefirieron acaparar la atención debida en provecho propio. Así lo destacó la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, que los acusó de «aprovecharse del recuerdo y la memoria de las víctimas para dar más publicidad a sus proclamas y sus ideas políticas».

De nuevo el «desplante» que años atrás el PSOE mostró a las víctimas del terrorismo se repitió. Los socialistas no acudieron al acto que la asociación mayoritaria, la AVT, organizó en el Bosque del Recuerdo del Retiro, un homenaje al que sí se sumaron representantes del Gobierno, como el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes o el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, entre otros. También asistió Irene Lozano por UPyD.

Desplante que los socialistas no escenificaron con la Asociación 11-M Víctimas del Terrorismo presidida por Pilar Manjón ni con los sindicatos. Pedro Zerolo, Maru Menéndez o Tomás Gómez prefirieron acudir al acto conjunto que los de Manjón y los sindicalistas tuvieron en la estación de Atocha. El PSOE volvía a diferenciar entre unas víctimas y otras sin dar contestación a la invitación que les hicieron desde la AVT.

Ausentes en el Bosque del Recuerdo, pero presentes en la cabecera de la pancarta sindicalista para protestar contra la reforma laboral el día en que se cumplía el octavo aniversario de la matanza de Atocha, el día Europeo de las víctimas del terrorismo. «Ya saben los ciudadanos dónde están: pidiendo, chillando y vociferando contra la reforma laboral», dijo Pedraza, quien aseguró que sólo echaba de menos ese día a su hija Miryam que perdió la vida en los atentados del 11 de marzo y a las más de mil víctimas del terrorismo que ya no pueden estar con nosotros.

Y es que para la presidenta de la AVT, los que ayer se manifestaron contra la reforma laboral haciendo coincidir la cita con el 11-M «no tienen corazón, no tienen alma, son indignos». Por ello, les recordó que en el calendario hay 365 días a lo largo del año para manifestarse e indicó que podían haber elegido otro. «Han querido pisotear el día de las víctimas del terrorismo. Han tenido ocho años para manifestarse por muchísimas cosas y nunca lo han hecho. Hoy es una vergüenza que lo hagan», apostilló.

Los que sí estuvieron al lado de las víctimas, en ese Bosque del Recuerdo del Retiro fueron los ciudadanos, que les gritaban «estamos con vosotros», «ánimo» mientras los acordes de un piano y de un violonchelo lanzaban notas al cielo para ellos, para los inocentes. Mientras, los 191 globos blancos en su recuerdo apresuraban su vuelo hacia el cielo, como gaviotas blancas. Minuto de silencio, sonoro aplauso y ofrenda floral.

Pedraza alzó de nuevo ayer la voz en recuerdo de las víctimas del terrorismo y pidió justicia, porque ayer, 11 de marzo, como en todos los anteriores, era un día «para reclamar y luchar por la verdad, la dignidad, la memoria y la justicia para las víctimas», por lo que exigió que ésta no sea una «justicia retórica que sólo queda en palabras». Así, recalcó que no van a aceptar ningún grado de impunidad con los terroristas ni reducción de la prisión a «hurtadillas» y dijo que el 11-M, ahora más que nunca, es un «caso abierto».