Francia

La reforma educativa de Hollande choca con la oposición de los sindicatos

La ministra francesa de Educación, Najat Vallaud-Belkacem
La ministra francesa de Educación, Najat Vallaud-Belkacemlarazon

La reforma educativa del presidente francés, François Hollande, que ha entrado en la recta final del periodo de consultas, ha puesto a prueba la resistencia del Ejecutivo socialista, contra el que mañana han organizado una huelga cinco sindicatos de docentes. Esas agrupaciones, que representan a más del 80 % de los profesores de secundaria, denuncian que si esa reforma entra en vigor en 2016, "sin responder a las verdaderas necesidades"del sistema, no hará sino crear mayores desigualdades entre alumnos y agravar las condiciones laborales del personal.

La simplificación de los programas de Historia, el plan de que la asignatura sobre cristianismo medieval pase a ser optativa, la reducción de las horas lectivas de latín y griego y la decisión de que los centros puedan organizar el 20 % del tiempo escolar según su propio criterio centran la polémica levantada. La fase de consultas finaliza este 12 de junio, y a la espera del texto definitivo se han multiplicado las críticas también en el seno de la oposición, donde el presidente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolas Sarkozy, tacha esa reforma de "desastrosa y puede que irreversible"para la República.

"En lugar de utilizar la escuela con fines partidistas, invito a que nos encontremos en lo esencial: el interés de nuestros niños", dijo hoy el primer ministro, Manuel Valls, en una tribuna firmada en el diario "Libération", en la que defiende ese proyecto encarnado por la ministra de Educación, Najat Vallaud-Belkacem.

El jefe del Ejecutivo ve inaceptable que cada año 150.000 niños salgan del sistema escolar sin diploma ni cualificación, y que entre ellos un tercio procedan de la clase baja, porcentaje que baja al 10 % entre los hijos de directivos.

"Los estudios internacionales muestran de manera indiscutible que nuestra escuela se ha convertido en una de las más desiguales de Europa", apuntó Valls en "Libération", donde dijo estar sorprendido por las críticas recibidas.

Esta reforma comenzó a debatirse en marzo de 2013 y persigue, según anunció entonces el Gobierno socialista, atender a una de las principales promesas electorales de Hollande, que dijo que la enseñanza sería el núcleo central de su política.

El Ejecutivo se propuso en la misma la creación de 60.000 nuevos puestos docentes, de los cuales 35.200 ya se han creado, según Valls, y esta reforma de la metodología supone, en sus palabras, "una nueva etapa"en la refundación de la escuela.

"El debate no está en la enseñanza del latín, el griego o el alemán (...). Queremos elevar el nivel para todos. No me puedo contentar con que unos tengan menos oportunidades que otros. Es una reforma profundamente de izquierdas, que ataca principalmente a las desigualdades", concluyó el primer ministro. Efe