Israel

Se extienden los ataques con cuchillos contra israelíes

Médicos israelíes chequean al autor de los apuñalamientos en Tel Aviv
Médicos israelíes chequean al autor de los apuñalamientos en Tel Avivlarazon

Aunque continúan acusándose mutuamente por la crisis actual, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, sostienen que no tienen ningún interés en una escalada de violencia y en un nuevo deterioro de la situación. La coordinación entre los servicios de seguridad de Israel y de la Autoridad Palestina continúa y fuentes oficiales israelíes confirman que el presidente Abas ordenó a sus tropas esforzarse para impedir roces y que la crisis actual se convierta en una conflagración total. Al mismo tiempo, llamó a «proteger a Al Aksa» y exigió al Gobierno de Israel «alejarse de nuestros lugares sagrados».

Consciente de que justamente el punto más delicado es la situación en el monte sagrado, donde se encuentra hoy la mezquita de Al Aksa, el primer ministro israelí ordenó prohibir a diputados y ministros subir al templo. Originalmente, la instrucción parecía ser solamente para los judíos, pero ayer su portavoz aclaró que es extensiva también a los diputados árabes. La decisión provocó una serie de duras críticas. Políticos de derecha israelíes dijeron que respetarán la decisión pero la calificaron de «serio error». Por su parte, los diputados árabes aclararon que «Netanyahu no es autoridad en Al Aksa», que «nadie nos impedirá ir a nuestra casa, la mezquita», y advirtieron en tono desafiante que hoy irán todos al monte. Habrá que ver cómo se desarrollan hoy los acontecimientos en la habitual jornada de plegarias musulmanas en las mezquitas, que son siempre días delicados.

En el terreno, mientras tanto, aunque se han reducido los enfrentamientos masivos entre palestinos enmascarados y fuerzas de seguridad israelíes, se multiplican los atentados, cuyos escenarios ya cubren casi todo el país. Ayer, hubo hasta cinco ataques que terminaron con casi una decena de israelíes heridos, dos de ellos de gravedad, y la muerte de uno de los atacantes palestinos. Y al anochecer fue apedreado un automóvil palestino desde otro coche en marcha. En el vehículo atacado viajaba el ministro de Comunicaciones palestino, Musa Alam, que resultó levemente herido. Un niño de nueve años que iba con él sufrió heridas graves. Los palestinos acusan a colonos israelíes del ataque, pero Israel investiga y no descarta que se haya tratado de un error en la identificación. A las 12:15 de la mañana fue apuñalado un estudiante rabínico en una parada del tren en Jerusalén por parte de un árabe del campamento de refugiados Shoafat al noreste de la ciudad.

Tres horas después, cinco personas resultaron heridas en Tel Aviv cuando Tair Abu Razala, de 19 años, intentó quitarle el arma a una joven soldado y al no lograrlo le clavó un destornillador en el cuello, haciendo lo mismo luego contra varios civiles. Un oficial de la Fuerza Aérea, teniente de 20 años, que estaba de camino a una reunión en la zona, se percató de lo que estaba sucediendo, salió del automóvil en el que viajaba y persiguió al palestinoa materle con disparos. Menos de una hora más tarde fue apuñalado y herido grave otro israelí en la entrada al asentamiento de Kiriat Arba. Media hora después, una soldado fue herida por pedradas en la zona de Biniamin en Cisjordania. Y a las siete de la tarde, un palestino atacó con un cuchillo a dos personas en la ciudad de Afula, en el norte del país, hiriendo a ambas.

Se trata en general de iniciativas particulares de los atacantes, ya conocidos como «solitarios», en su mayoría jóvenes árabes –tanto de Jerusalén como de Cisjordania– que atacan con armas blancas y que en casi todos los casos son neutralizados por ciudadanos.

El propio Netanyahu, que confirmó que «estamos en medio de una ola terrorista», pidió recordar que «hemos vivido tiempos mucho peores». Ayer afirmo, además, que los últimos ataques contra israelíes «no son organizados», pero «responden a la instigación de Hamás, la Autoridad Palestina y varios países de la región, y no menos del Movimiento Islámico en Israel, que inflama el terreno con difamaciones sobre nuestra política en el Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas)».