Parlamento Regional

El rodillo PSOE-C’s: 1.690 enmiendas rechazadas en dos años

Las dos formaciones aprueban el Presupuesto de 2017 sin atender ninguna de las modificaciones propuestas por la oposición

Juan Marín y Susana Díaz, ayer, tras el Pleno del Parlamento
Juan Marín y Susana Díaz, ayer, tras el Pleno del Parlamentolarazon

Andalucía ya cuenta con Presupuesto para el año 2017, un signo de «estabilidad», según defienden desde el Gobierno andaluz y desde los partidos que lo sustentan, PSOE y Ciudadanos. Esta «estabilidad» está anclada en la mayoría parlamentaria de la que disponen ambas formaciones y que se comporta como un bloque monolítico. La prueba más clara es que la norma más importante, la Ley de Presupuestos que se aprueba anualmente, se ha aprobado en los dos años de legislatura con la única intercesión de ambos partidos. El resto de formaciones con representación en la Cámara, Partido Popular, Podemos e IU, no han participado en su elaboración ni han podido incluir modificaciones a lo pactado entre PSOE y Ciudadanos. Para las cuentas de 2016 se rechazaron las 756 enmiendas representadas por la oposición; ayer, la cifra se elevó a 934, todas las que permanecían «vivas». En total, 1.690 cambios propuestos en solo dos años que el pacto PSOE-C’s ha tumbado.

Durante el miércoles y el jueves, el PP-A defendió 522 enmiendas; Podemos, 307 e IULV-CA, 105. Ninguna mereció la atención de PSOE y Ciudadanos. Una de las más polémicas fue la que se rechazó durante la primera jornada del Pleno y que contaba con el acuerdo de los tres grupos de la oposición: la ampliación de recursos para la atención de niños con trastornos. La iniciativa necesitaba que al menos Ciudadanos la apoyara, pero la formación naranja no lo hizo. En concreto, serían 25 millones de euros que se obtendrían de no aplicar otros créditos comprometidos y priorizarlos para las terapias que necesitan estos niños.

Existían otras muchas que podrían generar un acuerdo entre las formaciones si existiera «voluntad» de hacerlo, especialmente las destinadas al fomento de la actividad productiva o a materias como turismo y cultura.

En ese aspecto se centraron las críticas de la oposición, ya que los grandes números de las cuentas para 2017 no se podían modificar a las alturas del trámite parlamentario en el que se que se encontraban. La portavoz del PP-A, Carmen Crespo, lamentó el «rodillo» socialista al no aceptar ninguna de las enmiendas «responsables» de su grupo, para cambiar un «modelo trasnochado» que ha impedido a la comunidad converger con España y Europa.

Esa falta de comunicación centró las críticas de Podemos, formación con la que el PSOE andaluz vive en permanente tensión. La presidenta y portavoz de Hacienda del grupo morado, Carmen Lizárraga, no se explicaba la «falta de voluntad política» del PSOE-A, sin aceptar enmiendas de la oposición que no eran cuestión solo de dinero sino «de sentido común». El aviso de Podemos era claro: las cuentas para 2017 «no revierten los recortes en sanidad y educación a los niveles precrisis», una de las preocupaciones del Ejecutivo andaluz en los últimos meses debido a la aparición por primera vez de «mareas» y colectivos que han mostrado su descontento por los recortes.

Tampoco abandonó este discurso el coordinador general y portavoz parlamentario de IULV-CA, Antonio Maíllo, para el que existe un «pacto de sangre» entre PSOE-A y Ciudadanos que «bloquea cualquier iniciativa o propuesta de la oposición». Los dos años de legislatura avalan esta crítica de la formación de izquierdas, que mantuvo la misma postura que la formación naranja en la pasada legislatura, cuando gobernaban con el PSOE.

La lectura desde el PSOE y Ciudadanos era la misma que trasladaron en diciembre de 2015, cuando aprobaron conjuntamente su primer presupuesto. Para Juan Marín, portavoz de C’s, su grupo ha lanzado un «mensaje de tranquilidad» gracias a un trabajo «muy serio y responsable».

El PSOE no ocultaba su satisfacción. Para el portavoz socialista, Mario Jiménez, es la oposición la que está instalada en el «no».