Las familias muestran su confianza en la escuela católica y la dan su respaldo

Nueve mil profesores impartirán clases este curso a casi 109.000 alumnos en 186 colegios.

Las familias castellanas y leonesas siguen confiando en las escuelas católicas para la enseñanza y aprendizaje de sus hijos, a pesar del descenso de la natalidad y del alumnado extranjero registrado. Ante el inminente inicio de un nuevo curso escolar, el próximo 12 de septiembre, Escuelas Católicas de Castilla y León daba ayer a conocer algunos datos y novedades de cara a este próximo año académico, que ponen de manifiesto su fortaleza y respaldo social, como que cerca de 109.000 alumnos de Primara, Secundaria y Bachillerato estudiarán en alguno de los 186 centros educativos católicos de la Comunidad, lo que supone el 30 por ciento del total del alumnado de la Comunidad. Clases que impartirán más de nueve mil profesores.

Un curso en el que Escuelas Católicas arranca con la certificación TIC de la Junta de Castilla y León en 94 de sus centros, que valoran la integración de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en la educación. De ellos, 19 obtuvieron el nivel cinco, el máximo que se puede conseguir.

Y entre las novedades, destaca la inclusión de seis centros en su Plan Integral de Pluribilingüismo Educativo (PIPE), que abarca ya al 44 por ciento de las escuelas de la Comunidad y que llega a más de 22.000 alumnos. Se trata de un programa que lleva seis cursos funcionando con muy buena acogida, en el que se acerca a los interesados la realización de los exámenes de inglés oficiales de «Trinity College London» y «Cambridge English». Además, durante este curso Escuelas Católicas pondrá en marcha el Plan BIBE dirigido a alumnos de 0 a 6 años, primer y segundo ciclo de Infantil. Objetivo: que tengan un primer contacto con el inglés y puedan tener una base sólida donde asentar los pilares básicos fundamentales para una buena enseñanza en lengua extranjera. Este Plan se impartirá en once centros.

Finalmente, en cuanto a las principales reivindicaciones, las Escuelas Católicas de Castilla y León reclaman un mayor gasto en personal no docente, equipamiento y mantenimiento de los centros, así como la creación de nuevas unidades concertadas que puedan dar cabida a títulos nuevos en lo que a la Formación Profesional (FP) se refiere.