Sólo dos de cada diez alumnos secundan la huelga convocada contra las reválidas y la Lomce

Apenas dos de cada diez alumnos secundaron ayer la primera huelga estudiantil del presente curso contra la Lomce, en general, y para mostrar su rechazo a las reválidas de la ESO y el Bachillerato que plantea la normativa, en particular, ya que los estudiantes las consideran perjudiciales para el sistema educativo y, por tanto, para su futuro.

Apenas dos de cada diez alumnos secundaron ayer la primera huelga estudiantil del presente curso contra la Lomce, en general, y para mostrar su rechazo a las reválidas de la ESO y el Bachillerato que plantea la normativa, en particular, ya que los estudiantes las consideran perjudiciales para el sistema educativo y, por tanto, para su futuro.

Desde la Junta de Castilla y León cifraban en algo más de un 16 por ciento el seguimiento, ya que según los datos que facilitaban un total de 23.138 alumnos secundaron las manifestaciones. Si bien, los que no asistieron a clase fueron unos 30.000 alumnos. Los siete mil estudiantes de diferencia son aquellos que no firmaron el acta en el que debían dar fe de que no acudían a clase porque apoyaban la huelga.

Más becas y prácticas pagadas

Convocados por el Sindicato de Estudiantes y la Confederación de Padres (Ceapa), los huelguistas demandaban también una educación pública de calidad, más becas y menos alumnos por aula, así como que se erradiquen las prácticas no remuneradas y que se sustituyan las bajas de docentes.

De cara al nuevo Gobierno, esperan que se dé marcha atrás a esta Ley, que se logre un pacto por la Educación y, sobre todo, acabar con la incertidumbre en lo que se refiere a las reválidas. «Son una forma de segregación brutal ya que suponen una auténtica barrera extra para los alumnos que quiern seguir avanzando en el sistema educativo», decía una alumna en la protesta de Valladolid.

Los manifestantes piden también una Educación «que no deje a nadie atrás en el camino, y que, además de conocimientos, en la escuela se formen personas junto con la familia y la sociedad en su conjunto. «No a las reválidas», «A luchar por la Educación que soñamos», «Las prácticas son también trabajo y también se pagan», «Estudiante manso, buen esclavo», «Se vende mi futuro», o «Por una Educación que nos enseñe a pensar y no a obedecer. No a la Lomce», eran algunas de las pancartas que se podían leer en las numerosas pancartas que portaban los esudiantes en las calles de las principalaes ciudades de esta Región. A la hora de las protestas, el ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez Vigo, visitaba el Archivo Histórico de Simancas, en Valladolid, donde pedía tranquilidad a los padres, estudiants y docentes, y aseguraba que el nuevo Gobierno trabajará para lograr el deseado pacto edcuativo.

Finalmente, cabe destacar que no hubo que resaltar incidente alguno de trascendencia en las manifestaciones.