Ferran Ramon-Cortés: «Un café de más con un contacto es un café de menos con un amigo»

Entrevista al director del Instituto 5Fars dedicado a la formación en habilidades relacionales y autor de «Más amistades y menos likes».

–¿Cómo surgió la idea de escribir este libro y con qué motivación?

–Tengo que reconocer que la motivación es egoísta e individual. La motivación fue ver que mi vida estaba absolutamente desbordada, que estaba desatendiendo mis relaciones y que estaba inmerso en una trama de contactos y relaciones poco interesantes que no me permitía disfrutar mi vida. Y después de cancelaciones de cenas que me apetecían, de encontrarme en situaciones de decir «¿qué estás haciendo aquí?», quise reflexionar al respecto. Entonces, lo he escrito para mí y me gustará extenderlo a gente que tenga estas mismas inquietudes, pero la motivación es absolutamente personal a partir de la sensación de desborde de mi vida.

-En el libro, sugiere que gracias a la tecnología hemos multiplicado nuestros contactos, pero esto ha supuesto un abandono de las relaciones personales importantes. ¿Qué cambios se han producido en nuestra forma de relacionarnos? ¿Hemos ganado en cantidad y perdido en calidad?

-Hemos ganado en cantidad sin ninguna duda porque ahora todos somos accesibles, pero no hay que demonizar la tecnología y las redes ya que nos propician un contacto fácil. WhatsApp es maravilloso para mantener en contacto tus amistades, pero es un desastre si empezamos a construir listas de WhatsApp de cien personas. En los últimos años, la tecnología nos ha puesto a disposición inmediata a todo el mundo y algunos no hemos sabido controlar la tentación de construirnos unas redes de contactos y amistades fascinantes pero absolutamente ingobernables.

-Estas relaciones virtuales, ¿son compatibles con las relaciones personales importantes?

-El problema es que hoy por hoy y con nuestro cerebro del siglo XXI, estamos diseñados para el contacto personal porque hay un montón de información a nivel de lenguaje no verbal, miradas, gestos, pequeños matices del tono de voz... que solo ocurre en el cara a cara. La buena relación hoy por hoy, en el estado evolutivo en el que estamos, es presencial. La relación virtual nunca va a tener esos matices, con lo cual va a ser distinta. Lo ideal es que la relación virtual nos ayude a mejorar la relación presencial, pero ésta última ha de existir.

–¿Somos esclavos de esos contactos? Parece que nuestra felicidad es proporcional al número de contactos que tenemos

– La felicidad sí que está determinada por la calidad de nuestras relaciones. Hemos confundido esto al pensar que a través de las redes, a base de multiplicar el número de relaciones, nos iba a dar felicidad y no es el número, es la calidad. Nos hemos desbordado y estamos confundiendo contactos con relaciones. Este es el gran drama: cuando estamos dedicando tiempo a los contactos y lo estamos quitando a las relaciones nos estamos perdiendo .El ego nos hace sentir bien llamando la atención de los demás, sintiéndonos famosos, pero la premisa es que un café de más con un contacto es un café de menos con un amigo.

– ¿Los verdaderos amigos se pueden contar con los dedos?

–Quizá con las dos manos, pero sí, con los dedos. Siempre las amistades van a ser un número de dos cifras y la primera cifra va a ser un uno o un dos, simplemente porque nos agotaría atender más de esa cifra.

-Sin embargo, no todas las relaciones personales son positivas. ¿Cómo podemos saber si esa relación nos merece la pena?

–Yo la prueba que sugiero es: piensa en esa persona y piensa qué energía te hace sentir. Si es positiva, adelante, si es negativa, corta con ello.

–¿Las verdaderas relaciones personales no pueden ser virtuales?

– Pueden ser y es una maravillosa excepción. Es difícil porque hasta que no alineas el sentido del lenguaje, no estás siendo capaz de interpretar correctamente los mensajes.

–¿Cuál es el uso ideal de las redes sociales en el ámbito de las relaciones personales?

– Para mí el uso ideal es mantener vivo el contacto pero no pretender construir las bases de la relación. Las redes nos ayudan muchísimo a que, una vez tú y yo tenemos una relación de amistad, ésta no se enfríe, pero no creo en la red como generador de eso. Creo en la red como mantenedor de eso. Es cierto que ese enorme contacto virtual que tiene los jóvenes, por ejemplo, les ayuda para que cuando haya el encuentro personal, ese sea de muchísima más calidad e intensidad, pero si no hay el encuentro personal eso no se aguanta.