Cataluña

«No hay fármacos que frenen el Alzheimer, se recetan los de hace 20 años»

El neurólogo Rafael Blesa asegura que sólo la investigación podrá curar esta demencia.

En Cataluña, más de 120.000 personas padecen Alzheimer, la mayoría mayores de 60 años.
En Cataluña, más de 120.000 personas padecen Alzheimer, la mayoría mayores de 60 años.larazon

El neurólogo Rafael Blesa asegura que sólo la investigación podrá curar esta demencia.

El día 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial contra el Alzheimer con poco que celebrar. A día de hoy no existe ningún fármaco que frene el desarrollo de esta enfermedad neurodegenerativa, que destruye lentamente las neuronas a la par que los recuerdos y termina incapacitando totalmente a las personas que la sufren. De los 500 ensayos clínicos realizados en la última década no ha funcionado ninguno y las previsiones tampoco son halagüeñas. A los enfermos se les receta desde hace 20 años los mismos medicamentos, simples activadores cerebrales que funcionan de forma similar a la cafeína.

El mejor tratamiento es, pues, el cariño y la atención de los familiares, los principales cuidadores, y también de las asociaciones. Porque, a pesar de que sólo en Cataluña hay más de 120.000 afectados, no existe un Plan Nacional sobre el Alzheimer que aborde la problemática desde el punto de vista asistencial, social y económico.

Estas fueron las principales conclusiones que se extrajeron del encuentro entre el director del Servicio de Neurología del Hospital Sant Pau, Rafael Blesa, y las asociaciones de familiares de afectados, la Asociación de Familiares de Alzheimer de Barcelona (AFAB) y la Federación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Cataluña (FAFAC).

Por ahora, el único rayo de esperanza se vislumbra en EE. UU, país que ha destinado el mayor presupuesto hasta la fecha para investigar el Alzheimer, entorno a 1.200 millones de dólares entre el 2016 y 2017. La inversión en investigación, afirmó Blesa, «es la única manera de poder llegar a curar la enfermedad». «Lo demás es perder el tiempo», apostilló.

Pese a que el medicamento milagroso todavía no ha aparecido, sí se ha descubierto cómo aparece la enfermedad, lo que puede abrir nuevas dianas terapéuticas. Se sabe que son dos las proteínas causantes de esta demencia: la beta-amiloide, que se acumula progresivamente y de forma asintomática durante 20 años antes de que aparezcan los primeros fallos de memoria; y la proteína TAU, responsable de la muerte neuronal cuando deja de funcionar en el interior de las células nerviosas del cerebro.

La prevención, única solución

También es conocido que evitando ciertos factores de riesgo se puede, en cierto modo, incidir sobre algunos aspectos de la enfermedad. La práctica del ejercicio físico, evitar el consumo del alcohol y tabaco, así como el mantenimiento de una dieta equilibrada ayudan a prolongar el estado del bienestar cognitivo. Pero el jefe del servicio de Neurología del Sant Pau denuncia que faltan políticas públicas que «reivindiquen la buena salud desde la infancia»: «Hay una tasa de obesidad del 30% entre los niños y España está entre los primeros países del consumo de alcohol y de drogas entre los jóvenes. Hace falta más compromiso», criticó Blesa.

Además de un plan de prevención, las asociaciones de familiares demandaron un Plan Nacional sobre Alzheimer, tal y como existe en otros países europeos, con Francia y Alemania a la cabeza.

«Echamos de menos el respaldo social y ayudas públicas que reconozcan el impacto que produce tener un enfermo de este tipo en una familia». En primera persona habló Raquel Fernández, encargada de cuidar a su madre con Alzheimer. «Los familiares somos los que nos encargamos de todo, hasta el punto de que dejamos aparcada nuestra vida social e, incluso, nuestros trabajos», aseguró Raquel. El 70% de los familiares se ven obligados dejar sus empleos o a reducir las horas para atender correctamente al familiar enfermo. «La mayoría no tenemos los recursos económicos necesarios para hacer frente a esta enfermedad ni podemos pagar 3.000 euros al mes por una residencia», denunció por su parte Pilar Sánchez, otra de las familiares afectadas. Por eso, piden el reconocimiento de la figura del cuidador familiar ante la sociedad, dotar de recursos necesarios a los cuidadores, reconocer un porcentaje de discapacidad del 33 % al enfermo de Alzheimer, y fomentar las diversas terapias no farmacológicas para ralentizar el avance de la enfermedad. También exigen que en Cataluña se implemente un plan estratégico similar al de Galicia, Andalucía o Extremadura, las únicas comunidades que cuentan con centros públicos específicos para la atención de estos pacientes y que destinan subvenciones a las familias afectadas.

Tanto la comunidad médica como las familias perjudicadas piden que se deje de mirar hacía otro lado, puesto que con la actual esperanza de vida, el Alzheimer se habrá extendido a más del 40% de la población. De hecho, en 2020 se prevé que en España haya más de 800.000 afectados.