Cataluña

Puigdemont, a la CUP: «No me encontrarán en la desobediencia»

Puigdemont protagonizó ayer la inauguración de la XXXII Reunión del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona)
Puigdemont protagonizó ayer la inauguración de la XXXII Reunión del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona)larazon

Anuncia que bajará el IRPF a las rentas bajas e intensifica los guiños a PSC y a Sí que es Pot

Carles Puigdemont se estrenó ayer en la XXXII Reunión del Círculo de Economía con los deberes hechos para tejer complicidades con el lobby empresarial con más influencia en Cataluña. Tanto es su peso, que esta edición, que se celebra a apenas quince días de que arranque la campaña del 26-J, los principales cabezas de lista en liza (Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias) desfilarán por Sitges (Barcelona). Puigdemont se cuidó de hacer un discurso políticamente correcto. No nombró a la CUP, ni siquiera cuando habló de los presupuestos. Es más, lanzó un guiño al PSC y a Podemos para que valoren apoyar unas cuentas que apuestan en un 73 % por el gasto social, que cumplen con el déficit y son realistas. Es posible que el guiño tenga que transformarse en negociación porque la CUP sostiene la amenaza de romper la colaboración con JxSí si el Govern no presenta unos presupuestos que planteen «una desobediencia clara y frontal a las imposición del Estado».

Pero Puigdemont aseguró a los empresarios que no le verán conjugar el verbo desobedecer. «No me encontrarán en la desobediencia, sino en el empeño de ir de ley en ley», advirtió a sus socios, que, con astucia, lograron colarse en el XXXII encuentro del Círculo de Economía, pese a que Puigdemont tuvo la precaución de no citarlos. A la misma hora en que intervenía el president los antisistema hicieron llegar a la Prensa los detalles de la ponencia que aprobó este domingo, donde subraya que no avalará unos presupuestos que no desafíen al Estado, especialmente en lo que respecta al techo de déficit y a la suspensión de impuestos por parte del TC.

Con sólo diez diputados, la CUP tiene la legistatura por el mango. Aunque tanto Puigdemont como Oriol Junqueras defienden que pueden continuar con unas cuentas prorrogadas, la idea de un avance electoral en otoño amenaza a Cataluña.

Además, de poner en jaque el mandato y traicionar el pacto que empujó a Artur Mas a dar un paso hacia un lado, la CUP aguó el estreno de Puigdemont en Sitges, donde logró seducir al auditorio.

Si bien las del 26-J no son sus elecciones, sorprendió con un anuncio de esos que a los políticos les gusta hacer en campaña, bajará el IRPF a las rentas bajas. «Ha llegado el momento de aligerar la presión fiscal a los catalanes», proclamó. La noticia llega tras un tenso debate con sus socios de coalición, ERC. La disputa vino porque el vicepresidente económico, Oriol Junqueras avanzó que estaba estudiando subir el IRPF a las rentas por encima de los 110.000 euros para compensar una rebaja a las rentas medias y bajas. Y lo hizo, según CDC, sin haberlo hablado con el resto del gobierno. Puigdemont censuró a Junqueras. Replicó que no hay margen para subir impuestos y que los contribuyentes no tienen por qué cargar sobre sus espaldas los déficits de un mal sistema de financiación.

La preocupación empresarial

Dos ideas que repitió ayer ante más de 400 empresarios, que tal y como demostraron en el turno de preguntas, estaban preocupados por un posible incremento de la presión fiscal. Porque si bien los presupuestos que esta semana ha presentado Junqueras eluden cualquier reforma tributaria, el mismo conseller de Economía avanzó que están abiertos a introducir cambios en el debate parlamentario.

Puigdemont no concretó si se rebajarán los tipos de gravamen o bien se harán deducciones fiscales. Pero descartó una subida de impuestos, porque «los catalanes, tengan la renta que tengan, pagan impuestos por encima de la media estatal». Para más inri, mientras en esfuerzo recaudatorio Cataluña ocupa el segundo lugar, «tras el reparto, pasa a la 14ª posición en recibir recursos», protestó Puigdemont. El president reconoció que la única cosa buena que tiene el actual modelo de financiación es que puede introducir ya la rebaja fiscal y el impacto sobre las cuentas autonómicas no se verá hasta 2019.

Finalmente, el titular de la Generalitat compartió con el presidente del Círculo de Economía la necesidad de reducir las desigualdades sociales.