Política

Encuestas.

El esperado paso atrás de Ana Botella

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, durante el anuncio a los medios de comunicación de no concurrir a las elecciones municipales del próximo año
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, durante el anuncio a los medios de comunicación de no concurrir a las elecciones municipales del próximo añolarazon

Ana Botella puso ayer punto final a las especulaciones en torno a su futuro. No estará en los carteles electorales de mayo de 2015. No explicó los motivos de su retirada, más allá de calificarla como una decisión tomada «desde el punto de vista personal».

Ana Botella puso ayer punto final a las especulaciones en torno a su futuro. No estará en los carteles electorales de mayo de 2015. No explicó los motivos de su retirada, más allá de calificarla como una decisión tomada «desde el punto de vista personal» y para «dar por cerrada una etapa muy importante de mi vida». Seguirá hasta que termine la legislatura, con lo que asistirá como espectadora a la batalla por la alcaldía que abre su paso atrás.

Antes de las vacaciones de verano comunicó a Mariano Rajoy su intención de acabar en esta legislatura su periplo como alcaldesa. Y ayer mismo se presentó en su despacho de Moncloa para reiterar su decisión e informarle de que lo anunciaría esa misma tarde. Acababa así con las especulaciones que, durante la última semana, la ponían más cerca de la picota que del cartel electoral del PP.

En su entorno tenían claro que ese anuncio iba a llegar, tarde o temprano, pero lo esperaban para dentro de unas semanas. «Ha caído como una bomba», aseguraba ayer la mayoría. Sólo su círculo más cercano sabía que hacía meses que tenía tomada la decisión y aunque había tenido altibajos, se trata de una decisión firme, tomada con el apoyo de su familia. Sin embargo, este verano en Guadalmina, su lugar de vacaciones, sus amigos la animaban a que continuase y señalaban sus éxitos como bazas para repetir.

Un aliento que, sin embargo, se apagó nada más estrenarse el curso político. Pese a los éxitos en lo económico, que le han permitido volver a sacar las excavadoras a las calles para arreglar la ciudad e invertir en nuevos proyectos, y al espaldarazo que ha supuesto que el juez instructor del «caso Madrid Arena» haya decidido eliminar a todos los imputados políticos, no recibió ni una sola felicitación de Génova. Es más, tras publicarse las primeras quinielas del «otoño caliente» le salían no menos de tres competidoras, entre las que están Esperanza Aguirre y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, e, incluso, se llegó a hablar de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

El panorama se puso aún más difícil cuando la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, confirmó que ya tenían encuestas y listillas y animó a los aspirantes a dar «un paso al frente». Una declaración que en Cibeles se interpretó como la petición de un paso atrás para quienes no tuvieran todas consigo. Y, según las encuestas internas, Botella no lograba la mayoría absoluta en la capital. De hecho, tal y como publicó LA RAZÓN, desde Génova se esperaba ya a que la alcaldesa de Madrid decidiese retirarse por decisión propia y sin entrar en la guerrra que se avecina en Madrid.

Los más llegados a Botella siempre han asegurado que nunca se enfrentaría en público con alguien del partido, al que es leal por encima de todo y al que ayer reiteró su apoyo y compromiso. Incluso, ayer, la aún alcaldesa echó un capote a su sucesor o sucesora, afirmando su confianza en que «el PP empeñará sus mejores esfuerzos para ofrecer, de nuevo, una opción capaz de renovar la generosa confianza que los madrileños nos han otorgado durante tanto tiempo». No hay que olvidar que, incluso aunque se nombre un candidato en las próximas semanas, Botella continuará siendo la alcaldesa de Madrid y, además, tiene por delante muchas inauguraciones pendientes de las obras logradas gracias al fruto de su política económica.

Alfombra roja

Aunque su salida se ha conocido en plena crisis por la caída de ramas de árboles en la capital, que han provocado ya dos muertos, lo cierto es que Botella confía en que los últimos meses de su mandato sean la parte más dulce de su carrera. Lejos de las tensiones de la carrera electoral y de los recortes y ajustes, que marcaron sus primeros pasos, inaugurará antes de irse proyectos en los que se ha volcado como la remodelación de la Plaza Mayor. Una alfombra roja de salida que quizás tenga que compartir con el candidato a sustituirla y al que tratará de convencer de que cuente con los miembros de su equipo que, ayer, tan sólo acertaban a repetir lo mismo que su jefa: «Ahora, a seguir trabajando». Obligada por las dimisiones, Botella ascendió a muchas jóvenes promesas de la política que ahora y frente a algunos concejales que ya han superado ampliamente la edad de jubilación, tendrán que demostrar ser dignos de la confianza del siguiente.