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El Hospital Monte Sinaí, tras la quinta torre de la Castellana

A las torres Espacio, Cristal, Sacyr y Caja Madrid se les sumará en 2019 un nuevo rascacielos de 181 metros de altura, la torre Caleido
A las torres Espacio, Cristal, Sacyr y Caja Madrid se les sumará en 2019 un nuevo rascacielos de 181 metros de altura, la torre Caleidolarazon

Villar Mir construirá un nuevo rascacielos sobre el «hoyo» que dejó el frustrado Centro de Convenciones

El «skyline» de la Castellana tendrá una quinta torre y en ella se podría alojar la delegación española del Hospital Monte Sinaí, el prestigioso centro norteamericano que escogió la actriz Penélope Cruz para dar a luz a su primer hijo. Según fuentes del sector sanitario, una delegación de este hospital ya se ha puesto en contacto con la compañía Promociones y Propiedades Inmobiliarias Espacio –filial de OHL– para instalarse en el nuevo rascacielos que Villar Mir construirá junto a las cuatro torres de la Castellana, aunque todavía no se ha cerrado el acuerdo definitivo.

El nuevo edificio, que coronará el cielo madrileño junto a las torres Espacio, Cristal, Sacyr y Caja Madrid, ocupará el «hoyo» del solar que dejó el abandonado proyecto del Centro Internacional de Convenciones «El Sol», cuya concesión salió a subasta el pasado mes de febrero. Botella anunció ayer en Junta de Gobierno que la filial de OHL se ha hecho con la cesión del derecho de la superficie por la que pagará un canon del doble del solicitado: cuatro millones de euros.

La propuesta de Promociones y Propiedades Inmobiliarias Espacio incluye la creación de un centro sanitario y una zona con usos recreativo, de ocio y comercial. Asimismo, habrá diferentes superficies destinadas a usos compatibles con el hospital tales como dependencias de sociedades científicas, área de docencia, área del niño, centro de salud y bienestar, consultas de homeopatía, alimentación y restaurantes. Todo ello en un complejo que estará formado por un gran rascacielos y otros edificios adyacentes junto a una gran zona verde.

Dos edificaciones

En concreto, habrá dos volúmenes diferenciados: una edificación horizontal sobre la totalidad de la estructura que ya está construida y que estará formada por terrazas ajardinadas y un segundo edificio de altura similar a la de sus torres vecinas y en el que se situarán los servicios sanitarios. En las plantas superiores del rascacielos estarán ubicados los espacios destinados a sociedades científicas vinculadas a la actividad sanitaria.

En el proyecto también se contempla la conexión peatonal del Paseo de la Castellana con el eje Monforte de Lemos, Parque Norte y Parque de los Pinos mediante paseos en la zona verde ajardinada junto a la quinta torre. A través de dichos recorridos se conectarán los espacios libres públicos próximos con el acceso principal al edificio dotacional en su plataforma inferior y con la plataforma de las cuatro torres situadas a la cota del Paseo de la Castellana. Estos paseos tendrán continuidad hasta las cubiertas ajardinadas proyectadas en el zócalo edificado de la parcela dotacional, lo que integra estas superficies al sistema de espacios libres y configura una plataforma avanzada como mirador hacia el oeste.

Según valoró la alcaldesa, se trata de «una solución que beneficia al conjunto de la ciudad», ya que el complejo se convertirá en «un nuevo foco de actividad en la zona norte de la ciudad y una fuente de creación de empleo durante lo próximos años». Así, Botella explicó que se han decantado por la propuesta de Villar Mir por su plan para solucionar la conexión peatonal en la zona, los diferentes usos que se dará a las edificaciones y la calidad arquitectónica de la propuesta, entre otros.

El entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, dejó en suspenso el proyecto del Centro Internacional de Convenciones de la Castellana tras haber terminado la primera fase de las obras, que incluía la edificación de los niveles del subsuelo y el aparcamiento, por la crisis económica. Así, la alcaldesa Ana Botella, tras estudiar las posibilidades de la parcela, decidió el pasado mes de diciembre cambiar el uso del suelo para permitir la implantación de cualquier tipo de negocio, ya que al menos siete grandes empresas se habían interesado por el espacio, que cuenta con una situación inmejorable junto a las cuatro torres y el hospital de La Paz. De esta manera, se aprobó un plan especial que reordenaba los usos del suelo manteniendo la calificación de Equipamiento Singular pero añadiendo el uso alternativo para Administración Pública, de modo que el consistorio podría usar el terreno para crear dotaciones municipales. También se modificaba el régimen de usos compatibles asociados y complementarios en los que se incluían los de recreativo y ocio; comercial pequeño y mediano, y servicios terciarios distintos a oficina.

Unos meses después, se puso en marcha el concurso para la cesión del derecho de la superficie por 75 años y con un canon anual de 2 millones de euros que obligaba al adjudicatario a construir y explotar el equipamiento singular educativo, cultural, de salud, bienestar social o religioso o de Administración Pública. Asimismo, quien se hiciese con la concesión tendría que presentar el proyecto y solicitar la licencia en los siguientes nueve meses y edificar el complejo en un máximo de 32 meses, lo que obliga al grupo de Villar Mir a levantar un rascacielos en menos de tres años.