Enrique Miguel Rodríguez

Final feliz

La Razón
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Este parece que va a ser el final del programa «Qué tiempo tan feliz». Me puse en contacto con Teresa Campos el domingo y me contó que afortunadamente muchas de las informaciones que se dan sobre su trabajo, incluso sobre su salud, no se ajustan a la realidad. En primer lugar, efectivamente el citado programa desaparece con un especial homenaje a su presentadora; al tiempo, «Tele 5» ni quiere ni va a prescindir de la Campos. Tanto es así que se le ha firmado un contrato de cadena, de forma que ella queda vinculada a la casa cobrando mensualmente y a disposición sobre otros proyectos. La idea es no volver con nuevo programa hasta el otoño, aunque seguiría con algunas colaboraciones. Me parece muy acertada la idea, «Tele 5» no podía darle una salida desairada a una auténtica leyenda viva de la televisión. Son más de 25 años los que María Teresa ha estado en esa casa, primero con las mañanas, en las que pulverizó todas las audiencias, convirtiéndose en la auténtica reina de las mañanas; ahora el reinado mañanero está mucho más igualado; más tarde, los ocho años con «Qué tiempo tan feliz». Es como cuando el Real Madrid hace presidente de honor a una de sus grandes glorias. Me comentaba además Teresa que de salud, estupenda. Con su humor añadía: «Fíjate que de las amigas de mi generación soy la que menos pastillas tomo». Me alegro infinito, es amiga muy querida y, además, maestra y descubridora para este oficio.

Otro de los tópicos hirientes que se lanzan con frecuencia contra nuestra tierra es aquello de «parecen folclóricas, qué mal se llevan», como si esto de llevarse mal estuviera reservado a las cantantes de Andalucía. Leía que Shakira, cantante colombiana de fama mundial –aunque a mi me parece que tiene voz de pavo– y la pareja de Messi no se dirigen la palabra. Todo porque Antonella, que así se llama la joven, no le perdona a la cantante que se «liara» con Piqué, dejando a la que había sido novia de toda la vida del futbolista en el arroyo. Qué antigua Antonella, no has aprendido todavía que ser novia de toda la vida es una situación muy peligrosa, más si el novio es guapo, rico y famoso.