Política

Iñaki Zaragüeta

Rectificar es de sabios

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Los resultados de las elecciones del domingo deben preocupar a los dos grandes partidos, PP y PSOE. Por más que los votos no sean extrapolables a unas elecciones generales, muestran la tendencia de las satisfacciones y decepciones ciudadanas. De ahí que Mariano Rajoy y sus huestes fallarían si obvian la pérdida de casi tres millones de votos respecto de 2009 y bastantes más respecto a las generales de 2011. Los populares deberían reflexionar sobre lo que han fallado, por más que quieran parapetarse en una «ineludible» política de recortes, impuesta desde fuera como solución a la crisis.

Una consideración obligada se centra en las razones de que el PP haya bajado y otros como UPyD o Podemos hayan subido. Ésa es una de las claves para enderezar la nave y dirigirla hacia la deriva correcta. Porque ¿es más acertado para los españoles decidir una multimillonaria ayuda en salvar a las cajas y, con ello, liberar de deudas a un gran número de empresas constructoras, que destinar bastante menos dinero para salvar a jubilados, parados y necesitados de los desahucios de sus viviendas? A lo mejor las dos cosas podían hacerse. ¿Los políticos han respondido adecuadamente a las exigencias de los ciudadanos de combatir la corrupción? ¿Es normal que quienes han sido responsables de estafas como las preferentes tengan cabida automáticamente en las asesorías de las grandes empresas nacionales? No se engañen, partidos como los referidos y otros no hablan de ideología, o al menos no exclusivamente. Centran sus críticas prioritariamente sobre los políticos y los bancos, dos sectores que han aparecido en los últimos tiempos de forma novedosa entre los problemas principales de los españoles.

Lo acontecido ratifica, quizá con creces, los negros presagios que se cernían sobre el PP, también sobre el PSOE, y que como afirma mi amigo Rogelio, no provienen de algo más que de una mala comunicación y una deficiente pedagogía. Rectificar es de sabios. Así es la vida.