Religion

La violencia en Centroáfrica no detiene al Papa Francisco

Mantiene la última y más peligrosa etapa de su viaje a África. «No le preocupa su seguridad, sino la de los centroafricanos», dice el Vaticano

El Papa Francisco se reunió ayer con los obispos alemanes, que están en el Vaticano en visita «ad limina»
El Papa Francisco se reunió ayer con los obispos alemanes, que están en el Vaticano en visita «ad limina»larazon

Las amenazas no asustan al Papa Francisco. No lo hacían antes ni lo hacen ahora. Sólo hay que recordar los quebraderos de cabeza que generó al equipo de seguridad del Vaticano en sus primeros viajes al acercarse a todo aquel que se lo solicitaba. Luego, en una de las entrevistas que concedió, diría: «No puedo saludar al pueblo y decirle lo que quiero dentro de una lata de sardinas. Es verdad que algo puede pasarme, pero seamos realistas, a mi edad no tengo mucho que perder». Tampoco le asusta ahora el clima de violencia –más intenso en las últimas semanas– que se vive en República Centroafricana, tercera y última etapa de su primer viaje a África, que inicia el miércoles y que le llevará a Kenia y Uganda.

En un encuentro con periodistas ayer, el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, confirmó que se mantiene el viaje tal y como estaba establecido, después de que en los últimos días surgieran dudas ante la conveniencia o no de acortar o suspender su periplo centroafricano. «Al Papa no le preocupa su seguridad, pero sí la seguridad de las personas que acudirán a sus actos», dijo, al tiempo que informó de que el Pontífice utilizará en los tres países un papamóvil abierto como es habitual en sus viajes, pues su intención es estar lo más cerca posible de la población.

Según el portavoz vaticano, los atentados perpetrados en París el pasado viernes no han influido para nada en la organización del viaje, pues «la situación que se vive en estos países es la misma que antes». Tampoco cambiará el mensaje que Jorge Mario Bergoglio tiene previsto ofrecer, que ahondará en el diálogo, el compromiso común por la paz, la construcción de puentes, la responsabilidad común por la vida en sociedad, el respeto por las creencias de los demás y la convicción de que utilizar el nombre de Dios para justificar la violencia es una blasfemia. En concreto, promoverá «la convivencia entre cristianos y musulmanes», así como «la reconciliación» en los lugares donde haya conflicto.

«Dios llora por la guerra»

Los conflictos tuvieron ayer un gran espacio en la homilía del Papa en la Eucaristía diaria de Santa Marta: «Hoy Dios llora. Jesús llora, porque hemos preferido el camino de las guerras, el camino del odio, el camino de las enemistades. La Navidad está cerca: habrá luces, habrá fiestas, árboles iluminados, también pesebres... Todo falsificado. El mundo sigue haciendo la guerra, sigue haciendo las guerras. El mundo no ha comprendido el camino de la paz».

Tras llamar «malditos y delincuentes» a los que trabajan por la guerra y comercian con armas, afirmó que una guerra «se puede justificar, entre comillas, con tantas razones. Pero cuando todo el mundo, como sucede hoy, está en guerra –¡todo el mundo!, ¡es una guerra mundial a trozos–, no hay justificación. Y Dios llora. Y Jesús llora». Ante esta situación, Francisco se preguntó qué queda de esta situación de guerra y respondió: «Ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes, ¡tantos!, y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas».

Y concluyó así: «Nos hará bien pedir la gracia del llanto, por este mundo que no reconoce el camino de la paz. Que vive para hacer la guerra, con el cinismo de decir que no hay que hacerla. Pidamos la conversión del corazón. Que el mundo llore por sus crímenes, por lo que hace con las guerras».