Médicos

El último deseo de los padres de Charlie: llevarle a casa

Los padres del menor, afectado de una rara enfermedad genética, han regresado este martes al juzgado para determinar un plan de cuidados para el final de su vida

Connie Yates, la madre de Charlie Gard, a la entrada del tribunal
Connie Yates, la madre de Charlie Gard, a la entrada del tribunallarazon

Los padres del menor, afectado de una rara enfermedad genética, han regresado este martes al juzgado para determinar un plan de cuidados para el final de su vida

Aunque parecía que la batalla legal por la vida de Charlie Gard había terminado, tan solo 24 horas después volvió a reanudarse. Los padres del bebé, de 11 meses, pidieron su último deseo ante el Tribunal de Justicia: dejar que el pequeño pueda pasar sus últimos momentos en casa.

A pesar que ambos decidieron el lunes que dejarían de luchar para que su hijo recibiera el tratamiento experimental en Estados Unidos -ya que se le había “acabado el tiempo” y no tendría “sentido” hacerle pasar por eso-, quieren que su hijo sea trasladado del hospital a casa para poder fallecer allí. Connie Yates, la madre de Charlie, acudió ayer junto con su abogado Grant Armstrong para pedirles que les dieran “unos días de tranquilidad fuera del hospital antes de que Charlie fallezca” y acusador al hospital Great Ormon Street de ponerles “obstáculos” de nuevo para que esto ocurra.

El pequeño necesita asistencia respiratoria que se le suministra mediante un ventilador y según su abogado éste podría ser usado y trasladado a casa. Los abogados del Great Ormond Street le aseguraron al juez que al “hospital le gustaría cumplir los deseos de los padres”, pero solo si el procedimiento es “seguro y en el mejor interés” para Charlie.

Katie Gollop, abogada del hospital aseguraba ayer a la BBC que “necesitamos encontrar un equilibrio entre las necesidades de los padres y los intereses de Charlie” y, según los médicos, proporcionar cuidados intensivos al pequeño fuera del hospital no es algo que se pueda hacer fácilmente.

La abogada añadía que, por ejemplo, duda de que el ventilador que el bebé necesita pueda entrar por la puerta de la casa y subir las escaleras, además, “moverlo podría causarle dolor”.

Los padres, que se han ofrecido a pagar todo el traslado, han rechazado el mediador que el hospital les ha ofrecido para llegar a una solución. El juez ha asegurado que le gustaría concederles este deseo a sus padres siempre y cuando “pueda hacerse de manera correcta”.

Tras la decisión que tomaron los padres de desconectar al pequeño se ha producido un cruce de acusaciones entre los empleados del centro y el profesor Michio Hirano, el neurólogo que viajó la semana pasada desde Nueva York a Londres para ver al pequeño y decidir si sería factible que Charlie recibiese el tratamiento experimental.

Los padres aseguraron el lunes que si Charlie hubiese viajado en enero a EE UU, el pequeño podría haber tenido alguna posibilidad de mejorar, pero debido a la negativa del hospital se perdió “muchísimo tiempo”. El hospital asegura que le dio la oportunidad a Hirano de visitar al pequeño en enero en vez de hace dos semanas.

Según varios diarios británicos, se estableció que el pequeño sea desconectado el día 30 de julio, pero debido al esta última petición de los padres, la fecha puede ser pospuesta. “Todos los días le prometimos a nuestro niño que nos lo llevaríamos a casa”, aseguraba la madre.