Sequía
Cádiz, Almería y Córdoba tienen los peores datos de agua embalsada
Láminas como la de Zahara-El Gastor se encuentran por debajo del 10% y los agricultores ven un escenario «extremo»
Complicada, alarmante, límite o desesperante son algunas de las palabras con las que se podría calificar la situación que a estas alturas de año sufre la provincia de Cádiz en cuanto a reservas de agua. Y es que, con gran parte del verano por delante (el otoño y sus deseadas lluvias aún se antojan muy lejanas e inciertas) y consumos que, día a día, se ven incrementados por el turismo; los embalses gaditanos están por primera vez en muchos años por debajo del 20 por ciento de su capacidad –19,49%–.
A nivel nacional, solo Almería, con porcentajes del 14,29 %, y Córdoba, al 15,76%, presentan un peor balance que la provincia, que ha visto descender su volumen de agua en 13 hectómetros cúbicos, un 0,71 por ciento, en poco más de una semana.
Con este panorama de sequía pertinaz y perdida de cultivos constante (en estos días los tractores destruyen gran parte de la cosecha de girasol que, por falta de agua, se dejó marchitar), ya hay quienes, tanto en el campo como en la ganadería, hablan de un escenario «extremo».
«No sabemos qué va a pasar. A duras penas hemos ido sorteando estos años de sequía, con retrocesos de cultivos constantes e, incluso, con pérdidas en los que hemos podido salvar», comenta Francisco Gómez, agricultor y ganadero de la comarca de La Janda que, además, también se ha visto obligado a reducir las cabezas de ganado que cría desde hace décadas.
«Antes había la certeza de que con la llegada del otoño regresarían las lluvias, pero ahora, como se ha visto en los últimos cuatro años, nada está asegurado», señala. «De lo que no tengo ninguna duda es que de no llover, muchos de los pocos agricultores y ganaderos que aún sobrevivimos nos vamos a quedar en el camino».
La realidad es que, de seguir en esta línea, no tardarán en asomar las temidas restricciones para «alargar» los recursos hídricos existentes, que en estos momentos son de un tercio respecto a la media de la última década, 355 hectómetros frente a 1.012. La capacidad total de los embalses de la provincia es de 1.821.
Por embalses, el mayor de la provincia para consumo humano, el Guadalcacín, se encuentra al 20,13%, almacenando tan solo 161 de los 800 hectómetros cúbicos que tiene de capacidad. Lámina de agua en la que, cabe recordar, recientemente la Junta de Andalucía dio luz verde para ejecutar –8,2 millones de euros y un plazo de 18 meses– unas obras destinadas a mejorar el servicio a los 19 municipios –842.000 habitantes– que conforman el Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana.
Bastante mejor es la situación del segundo mayor embalse destinado a consumo humano en la provincia, Los Hurones, que se desmarca un tanto de la situación generalizada y presenta un 44%, 54 hm³ frente a los 135 de su capacidad total.
Muy al contrario, de dramático podríamos calificar el estado de la segunda gran bolsa de agua gaditana, Barbate –uso riego–, que a día de hoy está al 10,53% de su capacidad (24 sobre 228 hm³) o lo que es lo mismo, cuatro veces por debajo de la media (110) de los últimos diez años.
El escenario es aún más alarmante en la tercera gran lámina de agua provincial, Zahara-El Gastor –riego–, que tan solo embalsa 17 hm³, el 7,62% de su capacidad (223 hm³), el peor porcentaje de la última década.
Por su parte, Bornos (220 hm³ de capacidad; uso riego), tan solo embalsa 20 hm³, mientras que Guadarranque –también para abastecimiento humano– está al 38,64% de su capacidad (34 hm³) y Charco Redondo, al 29,27%, con 24 hm³ embalsados.
Por lo que se refiere al Celemín, con una capacidad de 45 hm³, presenta otro de los peores balances, 5 hm³, situándose al 11,11%.
Cádiz no es una excepción y la realidad es que los embalses del conjunto de Andalucía siguen perdiendo agua esta semana, en concreto 55 hectómetros cúbicos (hm3), lo que representa un 21,57 por ciento de su capacidad, un 5% menos que el año anterior.
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