Ciencia y Tecnología
La medicina del siglo XXI plantea incógnitas a pacientes y médicos
La reunión SaludONme analiza los retos de la nueva medicina de manos de todos los actores médicos, ingenieros y usuarios-pacientes
La reunión SaludONme analiza los retos de la nueva medicina de manos de todos los actores médicos, ingenieros y usuarios-pacientes
El siglo XXI trae de la mano grandes avances tecnológicos que van a impulsar una suerte de digitalización y evolución de la Medicina a un nuevo estadio, por algunos denominados salud 2.0 o eHealth. ¿Cómo afecta al paciente? ¿Qué herramientas nuevas se ponen a disposición de los pacientes?En SaludONMe, una iniciativa que cuenta con el apoyo de Novartis, se analizaron estos retos y se pusieron sobre la mesa qué objetivos se han de marcar en esta senda y cómo deben involucrarse todos los actores.
Una de las dudas es abordar el problema del «doctor Google», el reto es, como apuntó José Manuel López Nicolás, doctor en Ciencias Químicas por la Universidad de Murcia, que los profesionales no pueden prohibir buscar en internet, sino su reto es saber dirigirlas». Y esto se complica con las nuevas generaciones que se «informan a través de Twitter y Facebook», añade López Nicolás. Esto lleva a redefinir el papel de los pacientes. En este sentido, «ahora los enfermos son más activos, más colaborativos, en definitiva juegan un papel más activo», explicó Diego Villalón, cofundador y presidente de la Fundación Más que Ideas.
Tecnología
Al margen de las personas, la inclusión de nuevas herramientas diagnósticas y terapéuticas: realidad virtual, impresión 3D... «Los sistemas de realidad virtual y aumentada que desarrollamos tienen que adaptarse a dispositivos baratos y de bajo coste. A los fisioterapeutas les resulta más atractivo emplear la Wiifit útil o la Kinect. No sólo se trata de rehabilitación motora, sino también cognitiva, por eso también trabajamos con psicólogos», expuso José Antonio Lozano Quilis, doctor en Informática por la Universidad Politécnica de Valencia durante su intervención. Juan Monzón, responsable de Exovite, subrayó que el uso de férulas terapéuticas impresas en 3D, «pese a pertenecer a una iniciativa de ámbito privado, está muy extendida, sobre todo en el área de las mutuas porque necesitan recortar tiempo de rehabilitación y costes».
El campo de la impresión 3D es tan amplio como la investigación quiera, ya que el desarrollo potencial llega a la creación de tejidos, órganos funcionales, prótesis rehabilitadoras... «La creatividad y el diseño que habilita la bioimpresión depende de la finalidad que se quiera. Se pueden conseguir células y tejidos, hay otras opciones a la impresión como está el biopen», comentó Manuel Martínez Toral, coordinador del grupo de Diseño y Desarrollo de Producto del Instituto de Diseño y Fabricación de la Universidad Politécnica de Valencia.
Desde la práctica clínica, explicó que con la simulación en 3D se mejoran los tiempos de intervención y se eleva la precisión, puedes tener en la mano un corazón patológico y diseñar una estrategia de intervención ad hoc del paciente enfermo. Esto llegará a ser tan importante, que no se cuestionará la utilidad de la impresión 3D», detalló José Anastasio Montero Agudo, director del Área de Enfermedades Vasculares del Hospital La Fe de Valencia.
Y no se puede obviar el papel que juegan los móviles en la salud. Denominada «Mobile Health», hay que ver cómo las aplicaciones cubren las necesidades de los pacientes. «Tenemos como ejemplos Fotoskin, que ayuda a diagnosticar lesiones de la piel, y otra app, que ayuda a medir las arritmias en tiempo real, por ejemplo, que sirven de ayuda al paciente y al control de éste por su médico», apuntó Tania Hevia, directora de Wake App Health.
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