Medio Ambiente
«Ahora se empiezan a ver judicialmente los frutos de los avances en leyes ambientales»
«Cuando entró en la cárcel el caballero de Palma por la muerte del caballo –hoy en libertad–, estaba reunido en Londres con 50 fiscales de toda Europa y se quedaron boquiabiertos, anonadados y patidifusos»
Para hacernos una idea del peso que lleva esta Fiscalía, ¿cuántos delitos y sentencias hubo en 2014 relacionados con el medio ambiente?
-929 sentencias de condena y algo menos de 300 absolutorias.
-¿Se denuncia y se persigue más o cada vez nos comportamos peor?
-Se denuncia muchísimo más. Creo que hay un extraordinario cambio de actitud en el ciudadano de a pie. La gente es consciente de que existe la especialidad y por ello cada vez presentan más denuncias.
-Recientemente la Fiscalía que usted coordina recibió el Premio Fundación BBVA a las Actuaciones en Conservación de la Biodiversidad. La Fiscalía está concienciada, ¿y los españoles?
-Es difícil valorar si la gente está más concienciada o no a tenor del simple dato de denuncias que se presentan porque hay muchos temas a los que no se presentan denuncias y abrimos nuestro propio esquema de investigación al margen de las aportaciones que pueden efectuar los ciudadanos, porque lo que sí hacemos con relativa frecuencia, incluso aunque no se denuncie por parte de particulares o entidades, es abrir diligencias por notas de prensa.
-¿Con qué recursos humanos cuenta la Fiscalía?
-Tenemos una unidad policial integrada por 11 miembros del Seprona y completada por dos agentes de la Policía, dos chicas, una es licenciada en Ciencias Ambientales y la otra es bióloga. También un ingeniero forestal. Fiscales a nivel nacional somos 153 más cuatro en la central, en Madrid. Y tenemos una unidad técnica integrada por cinco personas que son biólogos, licenciados en Ciencias Ambientales, ingenieros, etc. que se encargan de la parte técnica.
-En 2015 hubo varias sentencias pioneras. Entró por primera vez en prisión un maltratador de un caballo al que le dio muerte (aunque ya está en libertad), así como personas que se estaban lucrando con los residuos eléctricos y electrónicos. ¿A qué se debe este cambio?
-Hay dos fases. La primera, en la que los malos tratos a los animales domésticos se incluye en el Código Penal que ocurre en 2003, luego hay fase de quietud hasta que no empieza la ciudadanía a acostumbrarse a esta novedad, descubre que existe y empieza a presentar denuncias. Respecto a los residuos electrónicos y el reciclaje ilegal, esta batalla no se incluye en nuestro sistema penal hasta 2010 y no entró en vigor hasta el 23 de diciembre de 2010, por lo que hasta 2011 todo esto del reciclaje ilegal no era delito. En 2014 ya se consiguió la primera sentencia de condena de la Audiencia Provincial de Madrid y a finales de 2015 el Supremo dictó otra sentencia al respecto. En definitiva, hay un primer periodo en el que nos tenemos que acostumbrar, un segundo periodo en el que empezamos a tomar en consideración las novedades y a investigar y finalmente cuando se empiezan a ver los frutos de estos dos periodos anteriores, que es donde estamos entrando ahora.
-También es la primera vez que se da la razón a Pacma por lo del Toro de la Vega, aunque sólo en clave administrativa. ¿Qué opina usted respecto al maltrato animal en festejos taurinos?
-Por una parte está mi opinión y por otra parte completamente distinta el Código Penal. Como bien dice el artículo 124 de la Constitución, mi obligación es aplicar el principio de legalidad aplicando además el principio complementario de salga el sol por Antequera. Tal y como está la ley, lo que hay es lo que hay. Para que el Toro de la Vega pudiera ser tratado penalmente sería necesario que desde el punto de vista legislativo a nivel autonómico de Castilla León la cosa cambiara, que se modificara la normativa. Mientras esa normativa exista, el Toro de la Vega continuará.
-Aunque haya irregularidades...
-La normativa sigue. Es algo que miramos al principio de crear la especialidad. Si no se cambia, no se puede hacer nada.
-Con la creación de la Fiscalía se esperaba agilizar los procesos. ¿Ha sido así?
-Sí, muchísimo
-Pero lo del caballo Sorky das Pont en el Hipòdrom de Manacor fue el 30 de diciembre de 2012 y aún no hay sentencia firme. ¿Eso es porque se necesita más personal o cómo se puede agilizar?
-Recuerdo una sentencia antigua en la que se condenó a una papelera y el procedimiento se dilató 10 años. Los letrados de la defensa pidieron hasta peritajes a Londres. Cuando se enteraron de que el fiscal jefe de Pontevedra se trasladaba a Guadalajara y que el fiscal que entraba tendría que afrontar estos 60 o 70 tomos, lo cual es cuasi diabólico, automáticamente dejaron de recurrir. Se fijó fecha para celebrar el juicio; lo que desconocían era que se pidió una comisión de servicios al Ministerio para que el fiscal jefe anterior volviera a celebrar el juicio, tan pronto vieron entrar al fiscal jefe pidieron la conformidad. El juicio duró dos minutos. Y la Fiscalía aprovechó para pedir 200 millones de pesetas extra para la rehabilitación del entorno. Creo que con este ejemplo queda todo explicado.
-¿Son suficientes y están equilibradas las penas en materia medioambiental? Porque si se habló de ocho meses en el caso de matar a un caballo, en cambio, por contaminación acústica se ponen dos, seis y siete años...
-Eso es para el Parlamento. Yo soy un mandado, la Ley me manda y a la Ley me remito. Realmente no vamos mal de penas. Cuando entró en la cárcel el caballero de Palma en relación con el caballo estaba reunido en Londres con 40 o 50 fiscales de toda Europa y se quedaron boquiabiertos, anonadados y patidifusos cuando les conté que por haber matado a un caballo alguien había entra en prisión. Lo que no sé es porque se quedaron patidifusos, anonadados y boquiabiertos. Verdaderamente se quedaron todos muy sorprendidos.
-¿Y no es mucho siete u ocho años de condena por contaminación acústica en comparación?
-Habría que preguntarle a quien termine en un sanatorio psiquiátrico como consecuencia del aporreo de un piano por parte de un aprendiz durante 14 horas y que además cuando intenta vender el piso donde vive recibe la mitad de precio porque tiene el vicio del pianista al lado. Es cuestión de ir investigando.
-Respecto al Algarrobico, pese a las sentencias judiciales que reclaman su demolición, y el acuerdo entre los gobiernos andaluz y central para ejecutarlas, aún sigue en pie.
-Es la sala de lo contencioso y eso es otro mundo.
-En cuanto a los incendios, ¿cuántos pirómanos, incendiarios... acaban entre rejas?
-Pirómanos hay muy pocos. Lo que hay es bastante sinvergüenza, mucho imprudente, energúmeno, personaje poco cuidadoso con el bien común que le rodea...
-Y ¿cuántos acaban en prisión?
-No le sabría decir. El pasado año se consiguió batir los récords habidos respecto a sentencias de incendios.
-¿Cuál es el motivo?
-Primero mandamos información a todos los fiscales de España con el tipo de problemas que prevemos que se pueden producir para que estén, a nivel de prevención, más preparados, con la mente más clara y centrada en relación a los aspectos que pueden ser perturbadores. Anualmente tenemos una campaña de eliminación de vertederos que, aun no siendo delictivos, pueden ser foco de incendio forestales. Esto se hace todos los años sin cortapisas ni limitaciones. Y respecto a los test psicotécnicos, aún no hemos alcanzado la cifra de los 3.000 que nos va a permitir tener un prototipo que a efectos de investigación cuando no hay ningún tipo de prueba nos permitiría ir encauzando la misma.
-Usted propuso que los militares participasen en la vigilancia de los bosques. ¿En qué quedó?
-Se hizo. Pero la verdad es que no sé qué ha pasado. Eran épocas de grandes desastres en materia de incendios. Porque aunque anualmente no sean 10.000 ha sino 15.000 las que se queman, el 80% son conatos. Son cifras muy escandalosas en principio, pero desmenuzadas el tema no es tan perturbador ni escabroso. A pesar de los incendios, seguimos reforestando más de lo que perdemos anualmente en los incendios y no lo digo a modo de excusa. Lo de los incendios es imperdonable, pero hay que poner toda la información encima de la mesa.
-¿Cuál ha sido la mayor condena por un incendio?
-Que yo sepa, 15 años de cárcel desde que estoy en la Fiscalía.
-¿Cuántos delincuentes medioambientales hay en prisión?
-No lo sé. Eso es de Interior.
-¿Son suficientes las multas que se ponen a España en materia medioambiental?
-No creo que debamos utilizar el término «suficiencia». La Ley establece penas de días de multa ajustándose a la situación económica de la persona que ha cometido el delito.
-Y ¿son similares a otros países?
-La amplitud de supuestos delictivos ambientales que tenemos dudo que exista en otro país de Europa, y digo dudo, aunque estoy realmente seguro por aquello de que tampoco hay que extralimitarse.
-Se lo preguntó por El Prestige y la elevada multa que, en cambio, se impuso a BP.
-Y el Erika.
-Sí, también.
-Ha habido mucha negociación política internacional y acuerdos entre, digamos, las personas que dirigen ambos países. Ahí ha primado la vía administrativa. En el tema del Erika hubo una vía penal y una condena. Con El Prestige tuvimos la mala suerte de que cuando esto ocurre no existía todavía la especialidad que se crea cuatro años después y realmente cuando empezamos no pudimos actuar con propiedad básicamente porque aquello ya llevaba cuatro años en marcha. En cualquier caso, también tengo que poner de manifiesto que no es una sentencia firme. Hubo condena pero por desobediencia, que lamentablemente no permite plantear indemnizaciones, pero hay un recurso de casación y vamos a ver lo que dice el Supremo.
-¿Para cuándo se espera?
-Ni idea, es como la previsión meteorológica.
-Vuelvo a los tiempos. En la Memoria del CGPJ los procedimientos relativos a medio ambiente han sido los de mayor duración: 44 meses de media frente a 17.
-Le digo el mismo ejemplo que el de la papelera: diez años.
-Pero siguen siendo 44 meses. ¿Es por la dificultad de los casos?
-No es el colega con dos gramos de cocaína que generalmente se conforma y el tema se resuelve en pocas semanas. Aquí en la inmensa mayoría de supuestos son gente con alto poder económico que buscan a los mejores expertos, a los mejores letrados en la materia y que apuran todo lo apurable dentro del esquema procesal.
-¿Qué tres cosas hay que mejorar?
-Primero, estamos pidiendo más gente, pero eso lo hemos hecho ya. En segundo lugar, los aspectos técnico-materiales es algo que verdaderamente no disponemos, tenemos bolígrafos, gomas de borrar, papel, ordenadores, pero aparte de esto no tenemos ni equipos para medir la contaminación del aire ni nada por el estilo. Y para esto es precisamente para lo que se han destinado íntegramente los 250.000 euros del premio: para adquirir vehículos equipados para poder medir la contaminación del aire, la contaminación de ondas electromagnéticas. Y tercero, es que de la misma forma que la ciudadanía se está concienciando en la temática ambiental yo veo que hay todavía determinados sectores en el país en los que esa conciencia ambiental no ha terminado de llegar.
-¿Se refiere a empresas, políticos...?
-Las empresas no vienen de la Luna y los políticos no vienen de otro planeta. Todos vivimos en barrios con unas condiciones más o menos similares y por las razones que sea hay quien está más o menos concienciado. A pesar de los avances en materia de concienciación, es absolutamente evidente que la concienciación ambiental de los españoles es todavía relativamente «light» como pone de manifiesto el estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas del CSIC.
-¿Un ciudadano puede denunciar a un Ayuntamiento que ponga tarde las medidas contra la contaminación atmosférica?
-A medida que vaya habiendo normas que vayan determinando cuáles son los criterios a utilizar en caso de contaminación (como en el caso de Madrid y Barcelona), si estas normas se infringen el ciudadano está en condiciones de exigir su cumplimiento o que se proceda contra aquel que tiene que aplicar las normas y no lo hace.
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