5 tips para tratar las quemaduras solares

Es verano, época de playa y piscina, de horas de exposición al sol y por tanto, época de riesgos para nuestra piel. El problema no es querer ponerse morena, sino quemarse y sufrir riesgos innecesarios para nuestra salud. Aquí van 5 tips para, si ya te has quemado, tratar de paliar los efectos.

1. Hidratar la piel: damos por sentado que todos conocemos la importancia de la protección solar, pero a veces, y dependiendo la hora de exposición solar y el tipo de crema, con aplicar una o un par de veces no es suficiente. Mientras que el daño de una quemadura solar es irreversible, sí que hay cosas podemos hacer para acelerar el proceso de curación y aliviar su piel enrojecida e inflamada. Hidratar la piel con un aftersun o bien una crema súper hidratante, con aloe, glicerina o ácido hialurónico, nos ayudará a recuperarnos antes. Si además las guardas en la nevera, el efecto calmante sobre la piel resulta muy placentero.

2. Trabajar desde el interior: tan pronto salimos de la playa o de la piscina averiguamos que las horas de sol han sido demasiadas y notamos diferentes rojeces por nuestro cuerpo (en las mujeres, la cara y el escote son siempre las zonas más conflictivas). Antes de la hidratación, un buen truco es tomarse una pastilla antiinflamatoria, tipo ibuprofeno, que nos ayudará a contrarrestar los efectos nocivos del sol en nuestra piel.

3. Bajar la temperatura de la piel: una vez en casa y tras un largo día al sol, lo mejor es tratar de calmar la piel con una ducha, el agua, salvo al final, no debería estar demasiado fría. Así trataremos de bajar la temperatura de nuestra piel y eliminar cualquier resto de cloro o sal que tenemos adherido. Si tienes tiempo, aún mejor es llenar la bañera de agua tibia y añadir una taza de avena integral en el agua, que aporta un poder extra calmante para nuestra piel.

4. Cuando la piel roja es en verdad una quemadura... Lo primero que debemos hacer es saber que esto no se va a volver a repetir, las consecuencias de una quemadura solar pueden ser fatales para nuestra salud. Y lo segundo, tratar de paliar el daño. Un truco casero que funciona muy bien es mojar una compresa o una gasa en leche, claras de huevo o té verde. Las proteínas de la leche y las claras de huevo ayudan y calman la quemadura mientras que el té verde reduce la inflamación.

5. Beber mucho líquido: el sol no solo quita la humedad de su piel, sino que también deshidrata el resto de nuestro cuerpo. Esta es una de las razones por las que al final del día nos sentimos cansados, y de aquí viene la famosa frase que todos hemos escuchado alguna vez: “es que la playa cansa mucho”. Para contrarrestar los daños del sol, tanto en nuestra piel como en nuestro cuerpo, debemos tratar de beber mucho agua (sería recomendable evitar el alcohol, puesto que también deshidrata). Sobre la comida, la típica paella en el chiringuito está fenomenal, pero lo que más nos ayudará a reponernos es comer algo de fruta repleta de agua como la sandía, el melón o las uvas.