Pacientes
Oxígeno «extra» contra el dolor y las enfermedades degenerativas
La Medicina Hiperbárica ayuda a los pacientes con patologías reumáticas, cardiovasculares o con lesiones de radioterapia, entre otras, a combatir las molestias y mejorar su calidad de vida
La Medicina Hiperbárica ayuda a los pacientes con patologías reumáticas, cardiovasculares o con lesiones de radioterapia, entre otras, a combatir las molestias y mejorar su calidad de vida
Los pacientes afectados por patologías como la artrosis, artritis, esclerosis múltiple, pie diabético, migrañas, ictus, o que sufran quemaduras, problemas circulatorios (vasculares) o lesiones por radioterapia, entre otras situaciones, tienen ahora en la Medicina Hiperbárica una nueva ayuda en su tratamiento.
Además, también está recomendada en pacientes pre y post quirúrgicos, ya que acelera los plazos de recuperación, disminuye la posibilidad de infecciones, el dolor y el edema. «La cicatrización será más rápida y de mejor calidad, ya que el oxígeno a mayor presión es un inductor de las células madre para formar tejido nuevo, colágeno y fibroblasto», señala el doctor Elías López, responsable de la nueva Unidad de Medicina Hiperbárica del Hospital La Milagrosa de Madrid.
Terapia no invasiva
Cuando hablamos de Medicina Hiperbárica nos estamos refiriendo a una terapia no invasiva y sin efectos secundarios que produce una gran cantidad de beneficios para el cuerpo, gracias al incremento de oxígeno en sangre (hiperoxia). El paciente ingresa en una cámara hiperbárica donde respira oxígeno a través de una mascarilla, a una presión superior a la normal, produciéndose así un aumento de la concentración y disponibilidad de oxígeno en el plasma sanguíneo, provocando un proceso natural que desinflama y mejora la regeneración de tejidos. «Por ejemplo, en el caso de la fibromialgia, el tratamiento con oxígeno hiperbárico estimula la angiogénesis y neovascularización, permitiendo que el dolor sea menos intenso e, incluso, haya periodos de remisión, según el paciente va recibiendo sesiones», explica el doctor López.
Este oxígeno «extra» llega al cerebro, cartílagos, huesos y tejidos que, por alteraciones circulatorias diversas, no lo reciben adecuadamente, lo que ayuda al aumento del control de las infecciones y a la recuperación rápida de un gran número de patologías, enfermedades degenerativas y circulatorias.
«La Medicina Hiperbárica ayuda a la recuperación de los tratamientos médicos habituales, colaborando de esta manera a una aceleración en la recuperación de las lesiones y/o mejorando la calidad de vida del paciente. Esta terapia es un coayudante a los tratamientos que el paciente ya está realizando: mejoramos su evolución, dando calidad de vida sin efectos secundarios, y acortamos los tiempos de recuperación», afirma el experto de La Milagrosa.
Así funciona
Las sesiones que reciben los pacientes son siempre prescritas por el especialista tras una consulta en la que se le hace una historia clínica para evaluar qué dolencia tiene y porqué se le ha aconsejado la terapia en cámara hiperbárica. Dependiendo de ésta, al paciente se le realiza un tratamiento personalizado.
La frecuencia habitual son sesiones de lunes a viernes de 60 minutos cada una. Tras la etapa inicial, se pasa a la de mantenimiento, dos o tres veces a la semana. «Dependiendo de la patología, el paciente podría empezar a notar mejoras a partir de las 8 o 10 sesiones», explica el doctor Elías López, quien aclara también que las cámaras son aptas incluso para los pacientes que sufren claustrofobia, ya que tienen ventanas y el espacio suficiente para poder moverse (sentarse o tumbarse) además de que cuentan con la posibilidad de poder llevar consigo libros o tabletas para que el tiempo del tratamiento transcurra de una manera más amena.
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