Ciencias humanas
«Soñar despierto» para trabajar en «piloto automático»
Científicos descubren la red cerebral que conecta ambos comportamientos
Se ha descubierto que una red cerebral previamente asociada a soñar despierto desempeña un papel importante al permitirnos realizar tareas en piloto automático. Científicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, demostraron que, lejos de ser solo una «actividad de fondo», la llamada «red de modo predeterminado» puede ser esencial para ayudarnos a realizar tareas rutinarias, informa Europa Press.
Cuando estamos haciendo tareas, regiones específicas del cerebro se vuelven más activas, por ejemplo, si nos estamos moviendo, la corteza motora está ocupada, mientras que, si estamos viendo una imagen, la corteza visual estará activa. Pero, ¿qué sucede cuando aparentemente no estamos haciendo nada? En 2001, científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, descubrieron que una colección de regiones cerebrales parecía estar más activa durante esos estados de reposo. Esta red se denominó «red de modo predeterminado» (DMN, por sus siglas en inglés). Aunque desde entonces se ha vinculado, entre otras cosas, a soñar despierto, pensar en el pasado, planificar para el futuro y la creatividad, su función precisa no está clara.
La actividad anormal en la DMN se ha relacionado con una variedad de trastornos que incluyen la enfermedad de Alzheimer, la esquizofrenia, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y los trastornos de la conciencia. Sin embargo, los investigadores no han podido mostrar un papel definitivo en la cognición humana.
Ahora, en una investigación publicada este lunes en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, científicos de la Universidad de Cambridge han demostrado que la DMN juega un papel importante al permitirnos cambiar al «piloto automático» una vez que estamos familiarizados con una tarea.
En el estudio, se pidió 28 voluntarios que realizaran una tarea mientras yacían dentro de un escáner de imágenes por resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés). La resonancia magnética funcional (fMRI, por sus siglas en inglés) mide los cambios en los niveles de oxígeno en el cerebro como un sustituto de la actividad neuronal.
En la tarea, se les mostró a los participantes cuatro cartas y se les pidió que hicieran coincidir una carta objetivo (por ejemplo, dos diamantes rojos) con una de otras cartas, con tres reglas posibles: concordancia por color, forma o número. A los voluntarios no se les dijo la regla, sino que tuvieron que resolverlo por sí mismos a través de prueba y error.
Las diferencias más interesantes en la actividad cerebral sucedieron al comparar las dos etapas de la tarea: adquisición (donde los participantes aprendían las reglas por prueba y error) y aplicación (donde los participantes habían aprendido la regla y ahora la estaban aplicando). Durante la etapa de adquisición, la red de atención dorsal, que se ha enlazado con el procesamiento de información que demanda atención, era más activa. Sin embargo, en la etapa de solicitud, donde los participantes utilizaron reglas aprendidas de la memoria, la DMN fue más activa.
Durante la etapa de aplicación, cuanto más fuerte era la relación entre la actividad en la DMN y en las regiones del cerebro asociadas con la memoria, como el hipocampo, más rápido y más preciso era el voluntario a la hora de realizar la tarea. Esto sugirió que, durante la etapa de solicitud, los participantes podrían responder eficientemente a la tarea utilizando la regla de memoria. «En lugar de esperar pasivamente a que nos suceda algo, estamos constantemente tratando de predecir el entorno que nos rodea», afirma el doctor Deniz Vatansever, que llevó a cabo el estudio como parte de su doctorado en la Universidad de Cambridge y que ahora se basa en la Universidad de York, Reino Unido. «Nuestra evidencia sugiere que es la red de modo predeterminado la que nos permite hacer esto. Es esencialmente como un piloto automático que nos ayuda a tomar decisiones rápidas cuando sabemos cuáles son las reglas del medio ambiente. Por ejemplo, cuando conduces hacia el trabajo por la mañana a lo largo de una ruta conocida, la red de modo predeterminado estará activa, lo que nos permitirá realizar nuestra tarea sin tener que invertir mucho tiempo y energía en cada decisión», explica. «La vieja forma de interpretar lo que está sucediendo en estas tareas es que, debido a que conocemos las reglas, podemos soñar despierto con lo que vamos a tener para cenar más tarde y la DMN se activa», subraya el autor principal, Emmanuel Stamatakis, de la División de Anestesia en la Universidad de Cambridge. «De hecho, demostramos que la DMN no es un espectador en estas tareas: desempeña un papel integral para ayudarnos a realizarlas», afirma.
Este nuevo estudio respalda una idea expuesta por Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía en 2002, en su libro ‘Thinking, Fast and Slow’, que dice que hay dos sistemas que nos ayudan a tomar decisiones: un sistema racional que nos ayuda a tomar decisiones calculadas y un sistema rápido que nos permite tomar decisiones intuitivas: la nueva investigación sugiere que este último sistema puede estar vinculado con la DMN.
Los autores creen que sus hallazgos tienen relevancia para las lesiones cerebrales, particularmente después de una lesión cerebral traumática, donde los problemas con la memoria y la impulsividad pueden comprometer sustancialmente la reintegración social. Creen que además es posible que los hallazgos resulten relevantes para los trastornos de salud mental, como la adicción, la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo, donde patrones de pensamiento particulares impulsan comportamientos repetidos. EP
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