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Coherencia: mínimo exigible
La ligereza en la reflexión no puede ser el compañero de camino de los responsables políticos para construir unos sólidos cimientos sobre los que asentar un proyecto común para una sociedad. Con demasiada frecuencia escuchamos palabras grandilocuentes buscando el efecto entre los ciudadanos, acción-reacción, pero sin el reposo debido para exponer argumentos de peso.
El compromiso es un valor menospreciado por los actores de la nueva política que lo fían todo a la agitación, el rupturismo y la crítica feroz a los valores democráticos que han permitido a España situarse entre las grandes naciones del mundo. Ese impulso irreflexivo se lleva por delante acuerdos, pactos, consensos y uniones necesarias para dar saltos de calidad.
La Comunidad Valenciana vive momentos, como otras autonomías, delicados en términos de financiación. Es una denuncia que el Partido Popular ha realizado desde hace años. El actual modelo, que el PP votó en contra, fue aprobado en 2009 por José Luis Rodríguez Zapatero –y por compañeras de escaño como la actual consejera de Sanidad, Carmen Montón,– y ha supuesto una progresiva discriminación de la región que se ha ido alejando de la media nacional.
Genera esta situación agravios comparativos y dificultades extremas en el cumplimiento del déficit. En 2013 ya lo planteamos y cuando ofertamos en la Cortes Valencianas consensuar una reestructuración del modelo solo el PP la apoyó. Compromís y Esquerra Unida la votaron en contra y el PSOE se abstuvo.
Esa radiografía se ha mantenido en el tiempo y se han realizado estudios de expertos que reflejan esa infrafinanciación. Por responsabilidad política mi grupo ha luchado para revertir esta situación y ha abierto vías de diálogo importantes con el Gobierno de España –que quiere mejorar el marco actual como le expresó Mariano Rajoy al presidente valenciano– y también con ejecutivos autonómicos como el madrileño o el murciano con quien yo misma he entablado conversaciones a petición de Ximo Puig.
Esa ayuda desde el convencimiento de que tenemos que mejorar bajo un prisma de unión con el resto de autonomías va a seguir en todo momento desde el PPCV que presido. Los populares somos leales y del mismo modo que estuvimos en el pacto contra la violencia de género, que se auspició bajo un clima de cordialidad, siempre estaremos en la solución de los problemas más acuciantes para los valencianos.
La coherencia, que en política debe ser un mínimo exigible, no es, sin embargo, una virtud del tripartito. Olvidan lo que he relatado con anterioridad y plantean la reforma del modelo de financiación con medidas de presión hacia el PP. ¡Si el modelo lo implantaron ellos! El objetivo de mejorar los ingresos esá claro y es común, así como lograr que sea un proyecto equitativo e igualitario para todos los territorios y las personas pero la forma de llegar hasta él es diversa.
Planteamos que el consenso llegue a través del Congreso de los Diputados porque hay que cambiar una ley orgánica y ya he pedido a los diputados valencianos que voten a favor de ese cambio. Y también hay que concretar los cambios en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que es donde tendrá efectividad. El PSOE es clave porque así lo indica el actual tablero de ajedrez del escenario político. Pero rehuyen de su responsabilidad y opta, de nuevo, por la pancarta. Ahí no nos encontrarán.
Primero quisieron una gran manifestación en Madrid que fue desechada al no obtener el respaldo del PP ni de Ciudadanos ni de la patronal. Pretendían que fuera el 30 de septiembre, pero el desafío independentista catalán, un día después, desaconsejó esta convocatoria. Luego optaron por el 28 de octubre en un recorrido que iba a finalizar frente a la sede regional del PPCV. Toda una ocurrencia para ensayar un nuevo escrache a nuestra formación.
Las quejas que formulé al respecto han variado el enclave final de la protesta en la enésima variación de algo que es simplemente la cáscara, el envoltorio, la parafernalia y el “show” paralelo que siempre buscan desde el tripartito. En ese espectáculo estéril donde no se resuelve nada el PPCV no estará. Sí estaremos en los foros donde se puede modificar el modelo.
Los valencianos merecen tener la misma financiación que el resto de territorios y que mantener unos estándares de calidad sanitarios, educativos y de bienestar social pueda ser cubierto adecuadamente por la financiación autonómica. Lo demás es circo y postureo y el PP nunca irá junto a la “Plataforma pel dret a decidir” que apoya esta manifestación para acudir con banderas esteladas y republicanas.
La coherencia tiene el precio de ir contracorriente pero la postura del PP es lógica y efectiva para solucionar el problema. Estamos a favor de corregir las desigualdades del modelo, pero donde toca, no en la calle, y menos para arrinconar al partido que curiosamente votó en contra de él.
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