Tribunales
Juezas feministas
Se ha organizado una gorda con la sentencia de Pamplona, y la discusión entre violación, abuso, o lo que sea. Siempre se organizan gordas con el Derecho de Familia y con el Derecho.
Leo, no sé si es verdad porque normalmente lo que se lee en la prensa es una realidad en sí misma, que se han reunido un millón de firmas para pedir la inhabilitación de los magistrados de la Audiencia Provincial de Pamplona. No sé cuántas de esas personas que firman se han leído la sentencia y cuantas otras de esas firmas, lo hacen por lo que han leído en la prensa o visto en la televisión.
Me preocupa, me disgusta, me perturba, me da zozobra e inseguridad los ataques continuados a los tribunales desde los medios, desde el mundo político, desde la agitación social, desde los movimientos feministas profesionales. Se les acusa de todo, cuando las resoluciones judiciales no son políticamente correctas.
Los jueces están al borde de la huelga, la Justicia se descompone y se desacraliza; los juzgados se parecen cada vez más a oficinas de la administración, pero lo que moviliza es una sentencia que estoy seguro que casi nadie ha leído entera.
No me la he leído pero me callo, posiblemente porque estoy más que acostumbrado a sentencias incomprensibles o a sentencias favorables. En uno y otro caso mi reacción siempre es la misma, no cuestiono ideológica ni políticamente, solo apelo o me opongo a la apelación. Yo estoy acostumbrado a estar molesto con los jueces y las juezas, el Derecho de fFamilia es el derecho del límite y mis casos son normalmente casos paliativos y terminales, con mucha tensión y mucha pasión.
Hay una mujer entre los tres magistrados que han dictado la sentencia, esta mujer ha votado a favor de la condena en la forma en que se ha redactado, y no ha votado de acuerdo con el voto particular del tercer magistrado. Creo que esto está pasando desapercibido, o a lo mejor no interesa apercibirlo. El ponente de la sentencia ha sido el presidente de la sección de la Audiencia Provincial que ha conocido del asunto. No se es magistrado por casualidad, ni se preside una sección de lo penal por inspiración divina, sino por muchísimo esfuerzo y trabajo y por reunir unas condiciones especiales, no es que el valor se les supone, sino que estar en una sala de este tenor, es garantía de capacidad profesional y experiencia.
Las juezas en este país, han sido y son la avanzada de un concepto nuevo de feminismo, desde sus Juzgados de Instrucción, de Violencia contra la Mujer, desde los Juzgados de lo >Penal, desde los de Familia y desde las Audiencias. A ellas se debe que la legislación que procede de los políticos, del poder judicial, o desde la presión mediática, no se haya llevado por delante aun al género masculino. Este verano hubo un tema mediático , desbordado fuera de los límites de la normalidad, un padre se vio machacado , acusado de todo, por un entorno feminista desde el ayuntamiento de Maracena. Se trataba de un problema jurídico, no mediático, que fue resuelto por mujeres, juezas mujeres, en el sentido de soportar la presión y acordar la entrega de los menores a su padre, mi cliente. Ahora también una jueza magistrada mujer, tiene su protagonismo, y al igual que aquellas no se ha dejado presionar por cuestiones de género, ha aplicado el Derecho, estoy seguro que con toda conciencia. No sé qué interés puede tener una magistrada en que se absuelva de agresión y se condene por abuso sexual, creo que ninguno.
Las juezas son las grandes feministas olvidadas de este país. Han atemperado y templado la aplicación de la ley de Violencia contra la Mujer, han encaminado las pensiones compensatorias de divorcio hacia la temporalidad y hacia la superación de criterios puramente numéricos, han potenciado la idea de que lo mismo que ellas trabajan y concilian su vida personal y familiar y sus hijos con su trabajo, otras mujeres deben y sobre todo PUEDEN hacerlo sin depender de un hombre, han ido hacia la guarda y custodia compartida, en definitiva han ido hacia la igualdad real de ambos géneros Temiendo en cuenta que la mujer partía de una situación de desigualdad, han llevado a la mujer a la total seguridad de los tribunales de justicia, pero a los hombres también.
Nadie es diferente ante la Ley por razón de género, ni ante la justicia.
Existen varios feminismos, el políticamente correcto y el real.
Las juezas son el feminismo real que quiero poner en valor.
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