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La gestación subrogada del PSOE

La gestación subrogada del PSOE
La gestación subrogada del PSOElarazon

Debo decir que soy uno de los perdedores del congreso del PSOE, debo decir también que el triunfo de Pedro Sánchez, es incuestionable, por cualquiera de las dos legitimaciones por las que recupera su función, la electiva entre las bases y la congresual, y debo decir por último que a pesar de que lo que haga el PSOE va a ser “no en mi nombre”, voy a mantener la lealtad a la organización y al secretario general, pero aclaro que también desde la discrepancia legitima que proviene de mi libertad.

Y mi primera discrepancia está en el punto del programa aprobado que rechaza la gestación subrogada o las madres de alquiler. Según leo, los motivos son la no mercantilización de las mujeres. Aquí nos movemos en un tema ideológico. Cuando las ideologías se encierran en sí mismas dejan de ser útiles al pueblo y a los ciudadanos y a sus necesidades. Me podría esperar un argumento así proveniente de otras posiciones políticas, pero de la nuestra, me sorprende. Comprendo que no es un tema pacífico, pero tampoco es un tema pacífico el aborto, en el que también existe dosis importantes de mercantilismo en todo lo que lo rodea, y sin embargo somos, como partido, favorables al aborto.

Creo que la gestación subrogada es un proceso imparable, como lo fue el matrimonio de personas del mismo sexo. Entiendo que aparte de las paternidades “snobs” hay otras maternidades o paternidades ineludibles, entiendo que se está creando vida y no destruyendo vida. Ante este entendimiento la mercantilización de las mujeres parece más una demagogia que un valor a proteger frente a otros valores. En primer lugar, porque es la propia mujer la que en uso de su libertad toma la decisión de ser receptora de una gestación subrogada y percibir un dinero por ello. Yo no sé si eso lo hace para comprarse un televisor o una casa, o si lo hace para subsistir, porque la lista de países que reconocen la gestación por sustitución o maternidad subrogada, también da que pensar; y esto también me lleva a que deberían prohibir a las estudiantes mujeres vender su pelo para sacar dinero, porque sería atentatorio contra la dignidad de la mujer por ser mercantilista, o tampoco deberían poder participar en experimentos de medicina porque sería mercantilizar su cuerpo; y que me dicen de la prostitución femenina, indudablemente mercantil pero usada también más que presuntamente por personas de todas las opciones políticas, porque nombres ha habido que han saltado a los periódicos.

¿No se está reivindicando que la mujer decida para otras cuestiones?, aquello de “nosotras parimos nosotras decidimos” aún pita en mis oídos, aunque el embrión tenga un padre varón.

No, no me valen los argumentos mercantilistas, me vale la coherencia, y me vale la capacidad de que una ideología sirva para resolver los problemas del ciudadano.

En el fondo todo es una unidad que no admite derrapajes.

Vayamos pues desde una perspectiva abierta a admitir en nuestro país la gestación sustitutoria con el carácter de público y estatal, y pongámoslo al alcance de todas las mujeres y de todos los hombres.