Ruedas pelig.rosas
Invasión de los aparcamientos reservados
Hace unos días, cuando salía de un bar frente a un centro comercial de Madrid vi a un coche sin ningún tipo de tarjeta ni autorización ocupando un aparcamiento pintado de azul reservado para personas con movilidad reducida. No tardé en sacar el móvil y disponerme a hacerle una foto para publicarla por las redes sociales a través de nuestra página de Facebook, donde siempre estamos dispuestos a compartir todo tipo de fotos sobre el mundo de la discapacidad. Pero cuál fue mi sorpresa que, cuando estaba encendiendo la cámara del móvil, la propietaria del vehículo vino a toda prisa y me soltó todo tipo de improperios, entre los que me rechinó uno especialmente: "yo trabajo en un Juzgado y te puedo buscar muchos problemas", y comenzó a hacer fotos a mi coche y, por supuesto a la matrícula. Yo me marché sin mediar palabra, porque como dos no discuten si uno no quiere, allí se quedó sola gritando, insultando, y desprendiendo una ira por su boca, que, a juzgar por la hinchazón de la vena de su cuello, le hizo, cuanto menos, pasar un mal rato.
¿Trabajar en un Juzgado acaso da derecho a invadir los derechos de los demás? ¿No se supone que este persona (ignoro si era jueza, fiscal, secretaria de juzgado, simple auxiliar o encargada de la limpieza), tiene que velar porque la justicia natural impere en la vida?
La gente de esta calaña cuando ve un aparcamiento reservado vacío cerca de la entrada a algún lugar público, no duda ni un segundo en ocuparlo sin ningún pudor y mostrar cierto vilipendio hacia los usuarios para el que está concebido. Como parece difícil hacer entrar en razón a quien te amenaza con buscarte no sé qué tipo de problemas, para acabar con estas invasiones os animo a todos a hacer fotos de los aparcamientos reservados que encontréis ocupados y a compartirlos por las redes sociales, el arma de denuncia del s. XXI. Tenéis permiso para incluirlos en nuestro muro.
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