“Veíamos que los datos eran un poco tozudos, con una tasa de desempleo juvenil que roza el 40 por ciento y estudios que indican que hasta 2025, dos tercios de la creación de empleo se iban a generar en posiciones que entroncan con la FP de Grado Superior y Medio. Entendíamos que teníamos que actuar para formar futuro”. Con esa premisa se ha redefinido la Fundación Empresa Familiar de Castilla y León (en el seno de la Empresa Familiar), que desde este viernes preside Alberto Guerra, licenciado en Derecho y cuya trayectoria profesional está muy ligada al ámbito de la formación y a su relación con los recursos humanos, algo que ha sido determinante para su elección. Este “palentino de Valladolid”, como se autodenomina, tiene el foco puesto en “intermediar, en unir” la formación y la demanda de las que él define como “empresas con apellido”, en un proyecto que han llamado ‘Tierra de Saber’. Todo ello, con especial incidencia en la digitalización y las competencias transversales.
Afronta el difícil reto de potenciar la unión entre la oferta educativa de FP y la demanda empresarial en la Comunidad, ¿hay que actuar en este sentido?
Con los datos actuales de desempleo juvenil y las previsiones y vaticinios, entendíamos que teníamos que actuar para formar futuro, para mejorar la empleabilidad de nuestros jóvenes, un trabajo que creíamos que iba a redundar en las empresas familiares de Castilla y León.
Y, ¿cuál es el modelo a seguir?
“Queremos basarlo en la adquisición de conocimientos digitales por parte de los jóvenes y formación en competencias ‘blandas’, transversales. Esto es, equipos, creatividad, valor del esfuerzo… Hay otras iniciativas, pero queremos hacer algo distinto y entendemos que de esta manera se impacta mejor en la empleabilidad de los jóvenes. La digitalización y competencias transversales son básicas y son un activo para que la iniciativa tenga mayor éxito. Tenemos la ilusión de implantar un modelo disruptivo y transformador que ayude a esa digitalización de las empresas con las tendencias del mañana, para capacitar a los jóvenes de la manera más adecuada para acceder al mercado de trabajo.
La Formación Profesional es el vehículo para conseguirlo...
Efectivamente. Estamos convencidos de que tiene que venir de la FP y la FP Dual, por los que la Consejería de Educación está apostando. Es un ejemplo de colaboración público-privada y nos demandan acercar los centros de trabajo y los de enseñanza. La implantación de la FP en España está en el tres por ciento; en Castilla y León, entre el cinco y el 10 por ciento. Pero es que en los países europeos está entre el 35 y 70 por ciento, como es el caso de Alemania. Es una iniciativa que tenemos que atacar y nuestra labor debe ser de intermediación entre centros y empresas. Una labor de asesoramiento para sensibilizar sobre la FP Dual como herramienta fundamental para solucionar los datos de paro juvenil.
¿Por qué apostar por la FP Dual?
Creemos que podemos conseguir que los jóvenes se formen en una parte en los centros educativos y en otra, en las empresas. Pero es que además, es una fórmula que permite que se sientan identificados con los valores de la compañía familiar en la que hacen la formación: la cultura del esfuerzo, el compromiso, el arraigo… Se trata de aspectos que demandan y valoran las empresas de las personas que se incorporación a sus equipos. Por ello, la FP Dual permite corregir las capacidades que pide la empresa. Además, durante el periodo de estancia en la empresa los jóvenes alumnos, que luego serán trabajadores, se pueden formar en conocimientos técnicos que quizás el centro no tiene a su alcance.
Castilla y León es un territorio muy ancho y no requiere los mismos conocimientos una empresa del medio urbano o rural o de una u otra provincia...
Esta es una reflexión que tenemos sobre la mesa. Estamos trabajando en dos proyectos piloto: ‘Ribera del Duero’ y ‘Palencia’, donde focalizamos esfuerzos con empresas y centros educativos de estos territorios. Nos hemos reunido hasta el momento con centros que engloban a casi 5.000 alumnos. Está claro que hay que concretar porque la extensión geográfica de la Comunidad es muy grande.
Explique alguno de esos proyectos
En ‘Ribera del Duero’, por ejemplo, no solo nos centramos en el tejido empresarial vinculado a la viticultura, porque en Aranda de Duero hay otro tipo de empresas también. Trabajamos en una extensión de unos 100 kilómetros, entre Peñafiel y San Esteban de Gormaz. En este, como en el resto, penamos en un modelo de hibridación de contenidos y metodología. Que los conocimientos que se imparten en algunos centros sirvan para varias compañías, porque si no es así será imposible de desarrollar, al no haber masa suficiente de jóvenes para atender a todo el contenido empresarial. Es el factor clave de la Fundación, en el seno de la Empresa Familiar de Castilla y León, asociación a la que están acogidas más de 160 empresas.