Sociedad

Gaitas y pendones para despedir al mito irlandés O'Donell cuatro siglos después

El casco histórico de Valladolid se engalana para ver pasar el féretro de este héroe que pereció en Simancas en 1602

Gaitas y pendones para despedir al mito irlandés O'Donell cuatro siglos después
Gaitas y pendones para despedir al mito irlandés O'Donell cuatro siglos despuésR. Valtero/Ical

Las gaitas llaman, los pendones ondean y el féretro del mito irlandés 'Red' Hugh O´Donell tirado por dos engalanados caballos desfila por el casco viejo de Valladolid para despedir al príncipe del Úlster que, patrocinado por la Monarquía Hispánica, desafió sin éxito a la Corona inglesa y encontró la muerte en Simancas (Valladolid) en 1602, tras la derrota.

Con estas pompas fúnebres ha despedido la ciudad de Valladolid cuatro siglos después y por segunda vez en la historia a la indómita figura del 'rojo' O'Donell, un personaje clave en la historia de Irlanda que guarda numerosos paralelismos con el rebelde ficticio William Wallace, llevado a la gran pantalla en la cinta Braveheart (1995).

Comitiva a su paso por la Antigua
Comitiva a su paso por la AntiguaR. Valtero/Ical

Una despedida con todos los honores que se ha producido más de tres años después de que la ciudad y un equipo multidisciplinar se pusiera la tarea de recuperar los restos óseos del príncipe, que encontró la muerte en Simancas esperando una audiencia con el entonces monarca español Felipe III, que tenía instaurada la Corte en la entonces Valladolid capital del imperio.

A O'Donnell la muerte le sobrevino en 1602 de forma repentina lejos de su isla, por lo que sus restos se depositaron, también después de un gran cortejo, en la capilla de Las Maravillas del hoy extinto convento de San Francisco, donde precisamente también encontró durante un tiempo sepultura Cristóbal Colón.

Jesús Julio Carnero participando en los actos
Jesús Julio Carnero participando en los actosR. Valtero/Ical

Más de cuatro siglos después, otro gran cortejo ha recorrido los principales puntos del casco histórico de Valladolid, comenzando a las puertas del Palacio Real y cerca del Palacio del Pimentel donde nació Felipe II para concluir en la calle Constitución, que hasta el siglo XIX albergó el convento de San Francisco, demolido en 1836 tras las desacomertizaciones decimonónicas.

La historia del 'Rojo' O'Donnell

'Red' Hugh O'Donnell (1572-1602), antecesor del general Leopoldo O'Donnell, fue uno de los príncipes que por entonces existían en la fragmentada Irlanda, quien además fue el cabecilla de la rebelión contra la corona inglesa de Isabel I que provocó la denominada Guerra de los Nueve Años que se saldó con la derrota de los rebeldes del Úlster.

Esta Guerra de los Nueve Años Irlandesa se entrecruzó con el conflicto que por entonces tenían desde 1558 las coronas de Inglaterra y España, iniciadas por los monarcas Felipe II e Isabel I con célebres episodios como el de la Armada Invencible, que también finalizó en 1604 con el Tratado de Londres, que puso fin a ambas disputas.

Sin embargo, antes de aquel final, el 'rojo' O'Donnell y las tropas españolas fueron derrotadas en la batalla de Kinsale en 1602, en la que participó un Tercio de 40.000 hombres liderado por Juan del Águila -Juan 'sin miedo'-, que obligó al rey irlandés a huir hasta España, donde murió ese mismo año en Simancas.

Todo un mito en Irlanda

Los trabajos de excavación, liderados en 2020 por los investigadores Óscar Burón y Juan Carlos Urueña y los arqueólogos Olatz Villanueva y Jesús Misiegose tuvieron el fin de recuperar la figura de O'Donnell, todo un mito en Irlanda, y que desde el Ayuntamiento de Valladolid también impulsaron con el foco puesto en el sector turístico y la cultura.

De este modo, las obras y trabajos arqueológicos llegaron a uno de los muros del antiguo convento y recuperaron varios restos óseos, aunque dado el paso del tiempo y la acumulación de huesos en una capilla que fue utilizada durante siglos como osario hicieron imposible la atribución exacta de los huesos al príncipe irlandés, lo que no ha impedido que las gaitas y los pendones le hayan rendido hoy homenaje.