
Dinosaurios
Este fósil acaba de reescribir la historia del tiranosaurio
“No solo es improbable, es imposible”, afirma uno de los autores, “tendría que desafiar todo lo que sabemos sobre el crecimiento de los vertebrados”

Los recursos son limitados, en ciencia lo son más y, en paleontología podríamos decir que son limitadísimos. No podemos estudiarlo todo y hay algunos dinosaurios que llaman la atención más que sus parientes. Las preferencias personales se suman al restringido registro fósil y concentran la investigación en un puñado de especies. Entre ellas, una de las que más papers ha inspirado es el rey de los dinosaurios: el tiranosaurio-rex. Sin embargo, a pesar de la luz de los focos y la tinta derramada, seguimos descubriendo detalles de este reptil tirano que nos recuerdan lo poco que sabemos.
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Un estudio recientemente publicado en la revista científica Nature acaba de desmentir una de las hipótesis más interesantes y populares sobre el crecimiento de esta especie. ¿Y si algunas especies de dinosaurios que hemos identificado no fueran verdaderas especies, sino las etapas juveniles de otros dinosaurios? Así es como se planteó que el tricerátops podía ser un torosaurio joven o que el paquicefalosaurio era un dracorex adulto. Y, con ellos, se planteó que el nanotiranosaurio podía ser, en realidad, una cría del legendario tiranosaurio-rex. Una hipótesis que, con este estudio, ha quedado resuelta. 
Punto final
“Este fósil no solo resuelve el debate. Le da la vuelta a décadas de investigación sobre el T. rex”, dice Lindsay Zanno, profesora asociada de investigación en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, jefa de paleontología en el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte y coautora del estudio publicado en Nature. En su estudio, los investigadores examinaron más de 200 fósiles de tiranosaurios, buscando pistas que les revelaran la edad de aquellos ejemplares y en qué punto del desarrollo se encontraban. 
En concreto, se han fijado en los anillos de crecimiento que, como si fueran los del tronco de un árbol, permiten saber cuántos años tenía el individuo. Otros detalles como la fusión de algunas vértebras de la cola, que se produce hacia la adultez, hay ayudado a acotar su edad y determinar si eran más pequeños que un rex adulto porque eran juveniles o, simplemente, porque eran adultos de una especie de menor tamaño. ¿El veredicto? Nanotyrannus es un género de dinosaurio diferente del Tyrannosaurus rex y, por lo tanto, muchos de los fósiles clasificados como juveniles de rex son, en realidad, adultos de otras especies de predadores que convivieron con el rey de los dinosaurios.
Un detalle más
Los autores están tan seguros de sus conclusiones que no solo las plantean como probables, sino como ciertas. “Para que Nanotyrannus fuera un T. rex juvenil, tendría que desafiar todo lo que sabemos sobre el crecimiento de los vertebrados”, dice James Napoli, anatomista de la Universidad de Stony Brook y coautor del estudio. “No solo es improbable, es imposible”. Una seguridad basada en la evidencia, pero que deberá ser respaldada por estudios independientes, en especial cuando estamos hablando de una polémica que viene de largo. En cualquier caso, los investigadores han llegado a otra conclusión y es que, entre los restos analizados están los del famoso fósil de “dinosaurios combatientes”, en el que se puede ver un tricerátops enzarzado en una lucha con lo que aparentemente era un rex joven. Para sorpresa de los expertos, no solo se trataba de un individuo adulto, sino que no pertenecía a la misma especie que el Nanotyrannus lancensis, era ligeramente diferente, lo justo para que hayan propuesto reconocerlo como una especie distinta a la que han bautizado como Nanotyrannus lethaeus. 
Lo cual, significa que el tiranosaurio tenía incluso más competencia de la que pensábamos. Porque, aunque no pudieran plantarle cara en el cuerpo a cuerpo, sí podían disputarle algunos recursos. “Este descubrimiento pinta un panorama más rico y competitivo de los últimos días de los dinosaurios”, dice Zanno. “Con un tamaño enorme, una poderosa fuerza de mordida y visión estereoscópica, T. rex era un depredador formidable, pero no reinaba sin oposición. A su lado corría Nanotyrannus: un cazador más delgado, rápido y ágil”.
Tal vez se hubiera tratado de un mesopredador, como el zorro de nuestros bosques. Y, por lo tanto, nos habla de la biodiversidad del cretácico tardío y, esto a su vez, nos da pistas acerca de en qué mundo vivían y prosperaban estos fantásticos reptiles. 
QUE NO TE LA CUELEN:
- Este estudio arroja luz sobre el caso particular del nanotiranosaurio y el rex, pero sigue siendo posible que hayamos catalogado como especies diferentes a juveniles de otras que ya conocíamos. Harán falta más recursos y más investigación para explorar en profundidad todos los ejemplares desenterrados.
REFERNCIAS (MLA):
- Zanno, Lindsay, and James Napoli. “Nanotyrannus and T. Rex Coexisted at the Close of the Cretaceous.” Nature, 30 Oct. 2025, doi:10.1038/s41586-025-09801-6.
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