Muere el escritor Javier Marías, uno de los más importantes en lengua castellana
El escritor había sido ingresado por problemas de salud relacionados con una afección pulmonar. Su obra, extensísima, jalona una impresionante trayectoria narrativa que rebasó la cincuentena de años y que tuvo en 1992 un punto de inflexión definitivo
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Hay años que marcan el destino de un autor de forma trascendente. El de Javier Marías, nacido en Madrid, en 1951, fue 1992, cuando disfrutó de un colosal éxito con “Corazón tan blanco”, su séptima novela. Admitió en su momento el autor que al mirar la fecha de terminación de la escritura, que pone siempre al final de cada libro, la acabó en octubre de 1991, es decir, a los cuarenta recién cumplidos. La novela tuvo en sus primeros cuatro años un gran éxito de ventas, hasta alcanzar los 2.300.000 ejemplares vendidos en todo el mundo, muy en especial gracias al empujón publicitario del que disfrutó en Alemania, debido a un programa de televisión.
El protagonista y narrador de la novela, Juan Ranz, traductor e intérprete de profesión, en su viaje de novios en La Habana, asomado al balcón, es confundido por una desconocida que espera en la calle, y sin querer escucha una conversación de hotel. A partir de entonces «presentimientos de desastre» envolverán su matrimonio. Y como trasfondo aparece el pasado del protagonista, aludiendo a que su padre hubo de casarse tres veces para que él pudiera nacer. Un argumento este que mereció el Premio de la Crítica, el Prix l’Oeil et la Lettre y el IMPAC International Dublin Literary Award 1997. Estos agasajos de lectores y críticos literarios llegaron hasta la reciente novela “Berta Isla” (2017), que obtuvo el Premio de la Crítica, el Premio Dulce Chacón de Narrativa Española y el Premio Lettura 2018 de “Il Corriere della Sera” (Italia).
La última novela de Marías era una suerte de continuación de esa obra, “Tomás Nevinson”, que seguía los pasos de un personaje que caía en la tentación de volver a los Servicios Secretos tras haber estado fuera de ellos; el caso es que se le proponía ir a una ciudad del noroeste para identificar a una persona, medio española y medio norirlandesa, que participó en atentados del IRA y de ETA diez años atrás. Ahí Marías también hablaba de un autor que él conoció bien por haberlo publicado hace unos pocos años en su editorial Reino de Redonda, que fundó en 2000: Friedrich Reck-Malleczewn –(1884-1945), militar y médico hasta que lo dejó todo para consagrarse a la música y la literatura–, del que se dice en “Tomás Nevinson” que, en “una jornada imprecisa de 1932″, coincidió en un restaurante muniqués con Hitler, “que extrañamente llegó solo, sin sus acostumbrados matones y guardaespaldas”.
Vivir oculto y regresar
Y realmente esta última frase podría colocarse simbólicamente en la obra protagonizada por Nevinson, pues no dejaba de ser una novela que se balanceaba en asuntos que tienen que ver con la bondad y la maldad, con todo tipo de opuestos más allá del matar o no matar: estar oculto y regresar, por ejemplo, como le sucede al personaje, que tras doce años escondido y sin dar señales de vida, incluso para su mujer, vuelve si no con ella, al menos instalándose muy cerca. Pero más allá de su argumento de misterio y tratamiento sociohistórico, tenemos algo que la unanimidad de los que reseñan libros en los medios de comunicación señaló, esto es, el estilo de la prosa de Marías, tremendamente cuidado, fiel a sus rasgos narrativos habituales, con sus largas frases y extensos párrafos, verdaderos torrentes de información y recreación de caracteres personales y lugares significativos. Por algo el autor, sobre todo de manera harto intensa en el año 2020, parece que estuvo entre los candidatos posibles para que se le otorgara el Premio Nobel de Literatura.
Hubiera tal cosa del todo merecida, pues, además de narrador y articulista, con quince novelas, cuatro libros de cuentos, multitud de volúmenes que reunían sus artículos en la prensa, seis ensayos, y hasta un cuento infantil, Marías se distinguió por ser un gran traductor de autores clásicos de la literatura inglesa: Thomas Hardy, Laurence Sterne, R. L. Stevenson, Joseph Conrad, Isak Dinesen, W. B. Yeats, Thomas Browne, John Ashbery, W. H. Auden, Wallace Stevens, William Faulkner y Vladimir Nabokov. El mundo anglosajón le agradecería semejante entrega, pues el sello inglés Penguindecidió incorporar siete libros de Marías —cinco novelas, un libro de relatos y otro de ensayos— a su colección de Modern Classics; de este modo, pasó a ser el sexto escritor en lengua española incluido en dicha colección, después de Borges, García Lorca, García Márquez, Neruda y Paz. .
Una familia ilustre y culta
Su ascendencia y trayectoria no pudo ser más prestigiosa. Fue miembro de número de la Real Academia Española, donde ocupó el sillón «R», desde el 27 de abril de 2008, tras quedarse la plaza vacante tras la muerte de Fernando Lázaro Carreter. Leyó su discurso de ingreso, titulado “Sobre la dificultad de contar” ese día, al que contestó el profesor Francisco Rico. Así, Marías perteneció a una familia de abolengo cultural. Fue el cuarto de los cinco hijos del que fuera filósofo y miembro de la Real Academia Española Julián Marías y la escritora Dolores Franco Manera. Asimismo, fue hermano del académico e historiador del arte, ya fallecido, Fernando Marías, del músico Álvaro Marías y del economista y crítico de cine Miguel Marías. Además, fue sobrino de Jesús Franco y primo del también cineasta Ricardo Franco (colaboró con ellos en su juventud traduciendo o escribiendo guiones, e incluso apareciendo como extra en algún largometraje).
Por lo que respecta a su escritura, cabe decir que en 1970 escribió su primera novela, “Los dominios del lobo”, en una época en que conocería a alguien fundamental para su vida personal y literaria, el escritor Juan Benet. En 1972 publicó “Travesía del horizonte”, y en 1978 “El monarca del tiempo”. En 1983 vio la luz “El siglo”. Entre 1983 y 1985 impartió clases de Literatura Española y Teoría de la Traducción en la Universidad de Oxford, de lo que se nutriría su obra “Todas las almas” (1988). Antes publicó “El hombre sentimental”, en 1986, y en 1990 su primera recopilación de relatos breves, “Mientras ellas duermen”, y en 1991, la primera de artículos periodísticos, “Pasiones pasadas”. Más tarde vendrá “Corazón tan blanco” (1992), “Mañana en la batalla piensa en mí” (1994), que recibió premios en Europa y América, como el Rómulo Gallego de Venezuela y el Fastenrath, de la Real Academia Española. En 1998 la novela apareció “Negra espalda del tiempo”, y en 2002 “Tu rostro mañana”, más de 1.500 páginas que vieron la luz en tres tomos (“Fiebre y lanza”, 2002, “Baile y sueño”, 2004, y “Veneno y sombra y adiós”, 2007).
Asimismo, en 2011 publicó “Los enamoramientos”, y al año siguiente toda esta trayectoria tendría un gran reconocimiento: el Premio Nacional de Narrativa, concedido por el Ministerio de Cultura, que rechazó dando las gracias y justificándose así “Estoy siendo coherente con lo que siempre he dicho, que nunca recibiría un premio institucional. Si hubiera estado el PSOE en el poder hubiera hecho lo mismo... He rechazado toda remuneración que procediera del erario público. He dicho en no pocas ocasiones que en el caso de que se me concediera no podría aceptar premio alguno”. En 2012 apareció “Mala índole”, y a continuación “Las huellas dispersas” (2013), “Así empieza lo malo” (2014) y “Berta Isla” (2017), Premio de la Crítica, “Entre Eternidades. Y otros escritos” (2018) y “El Quijote de Wellesley: Notas para un curso en 1984″ (2016).