Premio Cervantes

Un Cervantes que reúne a tres generaciones

El cóctel posterior a la entrega del galardón de las letras españolas estuvo marcado por la presencia de Cristina Cifuentes

Los Reyes rodeados por la tuna a la salida del Paraninfo de la Universidad
Los Reyes rodeados por la tuna a la salida del Paraninfo de la Universidadlarazon

El cóctel posterior a la entrega del galardón de las letras españolas estuvo marcado por la presencia de Cristina Cifuentes.

Un nombre protagonizó los corrillos posteriores a la ceremonia de entrega del Premio Cervantes, cuando los invitados, en un ambiente más distendido, se reunieron en uno de los patios de la universidad de Alcalá de Henares para retratarse en una foto de familia. Ese nombre, por supuesto, era el de Cristina Cifuentes. Su presencia atrajo todas las miradas y no había nadie que no atendiera a sus movimientos, con quién se reunía o con quién hablaba. Tardó en juntarse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero ese encuentro se produjo y fue el que más atención acaparó. Una conversación breve, sin aspavientos, que discurrió en una aparente normalidad para el que observaba desde lejos y que duró entre tres y cuatro minutos, lo que tardó una señora en meterse entre los dos para sacarse una foto. Hasta el Rey se dio cuenta de la atracción que producía la presencia de Cristina Cifuentes y, cuando los periodistas se acercaron a ella, el monarca, con discreción, hizo un gesto elocuente y claro de cómo la prensa había rodeado a la presidente de la Comunidad de Madrid.

Poco después, cuando el Rey se acercó a saludar a los reporteros que se habían congregado allí, hasta hizo un comentario: «Habéis tenido contenido. Os he visto muy alterados». En un acto con muy poca o escasa representación literaria –únicamente acompañaban a Sergio Ramírez las escritoras Rosa Montero, Nélida Piñón (Premio Príncipe de Asturias) y Gioconda Belli, además de la editora Pilar Reyes, el director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, Juan Manuel Bonet, director del Instituto Cervantes, y el académico de la RAE Víctor García de la Concha–, Cristina Cifuentes se convirtió en el foco y tuvo que responder a las preguntas que le formularon los periodistas sobre los últimos acontecimientos que ensombrecen el futuro de su carrera política.

Con mujer, hijos y nietos

En unas declaraciones escuetas, Cifuentes afirmó que no iba a dejar de cumplir con sus funciones y, cuando se refirió sobre una posible moción de censura, zanjó el tema diciendo que «es un mecanismo legítimo». En el cóctel, donde estuvo Carmen Calvo, con un traje rojo, en representación del PSOE y Marta Rivera de la Cruz, por parte de Ciudadanos (no asistieron ni Pedro Sánchez ni tampoco Albert Rivera), destacaba, como contrapunto a la agitación procedente de las aguas de la política, la serena presencia del escritor premiado, Sergio Ramírez, quien asistió a este acto acompañado de su familia, su mujer, «Tulita», sus tres hijos y sus ocho nietos, y que se mostró en todo momento feliz y muy conversador con los Reyes, sobre todo durante la tradicional fotografía familiar que se suele realizar nada más finalizar la ceremonia. «Nos alegra que estéis las tres generaciones», dijo Felipe VI al hablar con ellos, mientras, Letizia, con un vestido claro y con encaje, aguardaba a su lado.