Automovilismo
Alonso termina 38º en Daytona por culpa de los frenos
Se quedó pronto sin opciones por una avería, pero sí cumplió el objetivo de aprender para la prueba francesa
Se quedó pronto sin opciones por una avería, pero sí cumplió el objetivo de aprender para la prueba francesa.
Una experiencia inolvidable, positiva, y una idea muy aproximada de lo que puede ser su siguiente reto, la edición 2018 de Le Mans. Esto es lo que se lleva Fernando Alonso de su participación en las 24 horas de Daytona, una carrera repleta de dificultades en la que ha tenido que adaptarse a un coche desconocido, correr con 50 «tíos» alrededor, adelantar y ser doblado, y, sobre todo, sobrellevar las averías que generan esta clase de pruebas y lo que supone que tres pilotos diferentes conduzcan el mismo coche durante tantas horas. Unos son más finos que otros, son más o menos rápidos sin maltratar la mecánica y, por este motivo, es fundamental elegir bien los compañeros con los que enfrentarse a una competición de resistencia. Fernando Alonso arrancó en Daytona en la decimotercera posición y fue el encargado de hacer el primer relevo, uno de los más importantes, y no por el resultado final, sino para evitar accidentes, encontrar el ritmo de carrera y dejar el coche al siguiente piloto en las mejores condiciones posibles. Llegó a liderar la prueba por una cuestión de estrategia, ya que los coches que tenía por delante pasaron por boxes antes que él. Una anécdota el hecho de ver su nombre en lo más alto de la clasificación durante algunos minutos. Pura ciencia ficción en cualquier caso.
Pinchazo y sin frenos
Pero en Daytona, y en toda prueba de resistencia, los inconvenientes surgen en cualquier momento, y más cuando cae la noche y la visibilidad queda reducida. El coche de Alonso sufrió un pinchazo en las primeras horas nocturnas y, aunque lo arreglaron, más tarde el coche tuvo un problema de frenos con el asturiano al volante. Llegó como pudo a boxes después de salvar varias situaciones en las que pudo tener un accidente serio. Sin embargo, el esfuerzo no fue compensado porque la avería era más seria de lo previsto. El equipo empleó 40 minutos en reparar el problema y eso les hizo perder más de 20 vueltas respecto a los mejores. Es decir, quedar descartados.
38º posición
Regresaron a pista con todo perdido y desde entonces se dedicaron a remontar todas las posiciones posibles. Alonso recuperó mucho terreno con los coches de categorías inferiores que les adelantaron, pero escalar más lugares en la clasificación era imposible. Además, cuando empezó el último relevo, con Lando Norris al volante, otra avería mecánica les obligó a pasar por el garaje para volver a pista en el último minuto. Finalmente, la aventura americana de Alonso terminó en la 38ª posición (hicieron 90 vueltas menos que los ganadores), un resultado malo que no esconde que el asturiano acudió a Florida con la intención de conocer esta clase de carreras en primera persona y acercase a lo que encontrará en Le Mans en junio. Eso sí, el otro coche del equipo United Autosport con el que participaba el español cruzó la línea de meta en cuarta posición.
Ojo con Norris
Pero también le ha servido para conocer mejor al tercer piloto de McLaren en la Fórmula 1, Lando Norris, un inglés de apenas 18 años que ha tenido una gran actuación marcando tiempos similares a los de Alonso y, sobre todo, mostrando una gran consistencia en un coche que conocía igual o menos que el asturiano. Para muchos en McLaren es el nuevo Lewis Hamilton, aunque si hubiera que hacer hueco en el equipo inglés quizás Stoffel Vandoorne sería el sacrificado, si realmente no tienen en cuenta que Alonso ya tiene una edad y que, según él mismo ha confesado, no estaría en la F-1 mucho más tiempo. Una teoría que gana consistencia después de que haya disfrutado tanto en Daytona e Indianápolis.
Y ahora, F-1
En la actualidad Alonso encarna el concepto de piloto «total», capaz de hacerlo bien en cualquier disciplina dentro y fuera de la F-1. La experiencia americana le ha dado ánimos, le ha permitido sentirse competitivo y olvidar así las consecuencias de una mala decisión (mal aconsejado), lo que significó apostar por McLaren en el peor momento. Ahora ya sabe que la unidad de potencia de Renault está dando buenos resultados en el simulador del McLaren 2018, aunque la correlación de datos entre lo virtual y la pista será la que dicte sentencia.
El mejor español fue Antonio García, que acabó décimo tercero con un coche (Corvette) que pertenecía a una categoría inferior a los prototipos. Juncadella fue décimo quinto y Molina, trigésimo noveno
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