Azul.
De Primaria al Mundial
Se llama Alzain Tareq, tiene 10 años, es de Bahréin y ayer vivió su día de gloria en los Mundiales de Natación, donde compitió en los 50 mariposa y se convirtió en la estrella de la jornada. Tareq tardó 41.13 segundos en cubrir la distancia, 15.70 segundos más que la sueca Sara Sjöstrom, que marcó el mejor tiempo, pero la niña no estaba aquí para ganar. Alzain nadó desde el poyete de la calle 2 y junto a ella estaban Sonia Aktar (Bangladesh), Rita Zeqiri (Kosovo) Rahel Fseha Gebresilassie (Etiopía) y Ángel de Jesús (Islas Marianas). Una serie de otro planeta. Ganó la kosovar, pero el resultado es lo que menos importaba.
Cuando Tareq salió de la piscina y levantó la vista ya vio lo que iba a ocurrir. Todas las televisiones mundiales que tienen los derechos del Campeonato la reclamaban. Cuatro agencias internacionales guardaban cola, los medios escritos se impacientaban y las emisoras de radio esperaban su turno. Tareq, acompañada por un entrenador que grababa todas y cada una de las entrevistas que le hacían, respondía siempre con una sonrisa. Pasaban los minutos, la niña tenía frío y se enfundó en una toalla de la organización, mientras nerviosa bajaba la mirada y jugaba con sus chanclas, unas desgastadas con la suela color rosa y las tiras amarillas. «Estoy muy feliz, casi consigo mi mejor tiempo. Esto es muy grande», repetía Alzain, nacida en 2005 y campeona absoluta de su país, en una competición en la que participaban nadadores de todas las edades. Tenía la peor marca de las inscritas (41.12) y nadó una centésima más lenta. Tareq estuvo acompañada desde que salió de la piscina por un encargado de prensa de la FINA. La Federación Internacional de Natación no establece límites de edad, algo que sí ocurre con el Comité Olímpico Internacional que no permite competir a menores de 14 años.
Estudiante de quinto de Primaria, Tareq es la más joven de este Mundial, donde también toma parte una niña de 14 años, la birmana Su Moe Theint, que nadará el 50 libre, prueba en la que coincidirá con la niña nadadora de Bahréin.
La natación es un deporte para nadadores precoces. La japonesa Kyoko Iwasaki, por ejemplo, fue campeona olímpica en Barcelona en los 200 braza con 14 años y en 1988, la húngara Kristina Egerszegi fue oro en 200 espalda también con 14 años.
«Estoy muy feliz, casi consigo mi mejor tiempo. Esto es muy grande», insistía Alzain Tareq en cada corrillo. Explica que se entrena cinco veces por semana, que le gusta ir al colegio y salir a pasear con sus amigos. «Me lo he pasado muy bien, pero pienso que lo puedo hacer mejor», decía Tareq pensando en la foto que iba a pedir a Sarah Sjöstrom, su ídolo, y en el paseo que luego se iba a dar por las atracciones del Kazán Park para luego poderlo explicar en el colegio. Alzain Tareq, 10 años, 41.13 segundos en el agua y 35 minutos en la zona mixta.
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