Fútbol
Babunski, un «español» en Macedonia
El jugador criado en la cantera del Barcelona es un futbolista especial. Pasó las últimas Navidades en un campo de refugiados y ama la filosofía.
El jugador criado en la cantera del Barcelona es un futbolista especial. Pasó las últimas Navidades en un campo de refugiados y ama la filosofía.
Cuando David Babunski rescindió su contrato con el Barcelona para poder fichar por el Estrella Roja, escribió una emotiva carta de despedida. Había pasado 10 de sus 21 años en la cantera azulgrana y, además de su amor por el club que lo había acogido desde niño, mostraba sus inquietudes más allá del fútbol. Destacaba los valores que le había transmitido el Barcelona, recordaba cómo cuando ingresó en las categorías inferiores del club le hicieron cortarse la larga melena que había lucido siempre. Aquel niño de 12 años no entendía qué tenía que ver su pelo con el fútbol. Entonces le explicaron que no querían que ninguno de los chavales de la cantera llamara la atención por nada que no fuera su juego. En su carta recordaba que el fracaso no es perder un partido y animaba a los futbolistas, a todos, a que no aprovecharan su fama para engordar la gloria efímera de los millones de seguidores en las redes sociales o de los coches caros. Les invitaba a que trataran de devolver a la sociedad algo de lo que la sociedad les ha dado a ellos.
No eran sólo palabras. Babunski pasó las últimas Navidades en un campo de refugiados. Entre el 22 y el 26 de diciembre del año pasado visitó el campo de Gevgelija, una localidad en la frontera entre Macedonia y Grecia. Allí comprobó el poder del fútbol. “Lo cambió todo. Empezó por llamar la atención de un niño y terminó por arrancar la sonrisa de docenas de ellos”, decía en “Mundo Deportivo”. En aquella experiencia lo acompañaron varios amigos y su hermano Dorian, ex futbolista de la cantera del Real Madrid y que ahora juega en el Olimpia Ljubljiana de Eslovenia.
“Salir del Barça no es ningún drama, ni lástima, ni pena ni fracaso alguno ni la más diminuta causa de tristeza. Salir por obligación de tu país, tener que abandonar tu hogar y tu familia por la constante amenaza de las bombas, llamas y disparos... eso sí que es terrible”, escribía en su despedida del Barcelona. “La pobreza, la hambruna, la destrucción medioambiental. Todo eso sí es un fracaso colectivo de todos nosotros”, añadía. Babunski colabora con varias acciones solidarias. En los últimos días ha difundido a través de sus redes sociales la iniciativa de una asociación para repartir mantas entre las personas sin hogar en Barcelona.
El internacional macedonio se preocupa también por mantener los valores del fútbol. No dudó en recriminar a Arbeloa y a Piqué que se enzarzaran en una desagradable disputa a través de los medios y las redes sociales. Y por que esos valores se extiendan también al fútbol femenino y anima a las mujeres a que luchen por la igualdad que les corresponde. En el deporte y en la vida.
Babunski vivió el fútbol desde niño. Su padre, Boban, jugó en el Lleida y el Logroñés, pero el deporte nunca lo ha sido todo para él. Cuando jugaba en el juvenil del Barcelona ya dedicaba sus ratos libres a escribir una novela. Y le encanta la filosofía, que ocupa buena parte de sus lecturas. La mayoría de sus inquietudes se reflejan en su plataforma Skyself a través de la que impulsa sus iniciativas solidarias como la visita al campo de refugiados. El ahora jugador del Estrella Roja tampoco ha ocultado nunca su simpatía por Podemos y Syriza y celebró en las redes sociales la victoria del partido de Tsipras en las elecciones griegas.