Eurobasket
Un desafío más allá de la cancha
El ambiente y el arbitraje, las armas de Turquía ante España. Pau: «Es un buen test»
El ambiente y el arbitraje, las armas de Turquía ante España. Pau: «Es un buen test».
Los éxitos de Turquía siempre llegaron cuando ejerció de anfitrión. Fue en el Eurobasket de 2001 (plata) y en el Mundial de 2010 (plata) cuando un combinado otomano muy superior al actual cogió medalla. La situación del equipo hoy es muy diferente; la de la grada en Estambul, no. ¿Y el arbitraje? Veremos. Lo del «infierno turco», la «caldera» y lugares comunes similares no puede ser más cierto como pudo comprobar el Real Madrid en la última «Final Four» que concluyó con el triunfo en casa del Fenerbahçe de Obradovic. 16.000 otomanos, al menos, empujarán hoy en el Sinam Erden Arena contra España. Los anfitriones eran el rival que nadie quería en octavos... Nadie salvo los de Scariolo. En realidad, a la Selección el cruce con los turcos le sirve más como aliciente para no desconectar después de una brillante primera fase que como otra cosa. «Es un partido importante mentalmente para no dejarte ir por el público o por una decisión arbitral aquí o allí, lo que sea. Es un partido que es un buen test para nosotros para crecer», comenta Pau.
Si las bajas marcan el torneo, Turquía no ha sido una excepción. Cuatro jugadores que podrían ser titulares (Dixon, Ilyasova, Kanter y Asik) no están y el equipo depende de un alero, Cedi Osman, que ha reclutado los Cavaliers de LeBron James. Su primera fase ha sido muy pobre. Sólo ganaron a Gran Bretaña y Bélgica y el día que se estaban jugando evitar a España en octavos fueron superados por la Letonia de Porzingis. Más allá de Osman, aparece un francotirador del Fenerbahçe, Mahmotoglu, y un juego interior raquítico –es el peor reboteador del torneo– con Erden como único baluarte.
La gran preocupación de Scariolo es controlar las pérdidas de balón. El mejor argumento de los turcos en la pista es su defensa y los robos son el único apartado estadístico que lideran. Por eso el seleccionador no se ha cansado de insistir: «Si controlamos el rebote será importante, pero si controlamos las pérdidas puede serlo más. Ellos saben generar esa ocasión de pérdida del rival y nuestra respuesta deben ser pases rápidos y atacar su presión». El técnico no obvia el factor ambiental: «Debemos tener la cabeza muy fría, saber que van a producirse momentos de exaltación del rival tras un par errores o tras dos triples seguidos. Hay que mantener muy firmemente las manos en el volante y seguir». Con todo, España debe estar en cuartos donde ya espera Alemania.
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