Mundial de Balonmano

Para esto llegó Saric

La Qatar de Valero Rivera vence a Polonia (29-31) y se mete en la final del Mundial apoyada en su portero «importado»

Qatar Zarko Markovic, Goran Stojanovic y Danjel Saric celebran la victoria
Qatar Zarko Markovic, Goran Stojanovic y Danjel Saric celebran la victorialarazon

La Qatar de Valero Rivera vence a Polonia (29-31) y se mete en la final del Mundial apoyada en su portero «importado»

Daniel Saric es el portero del Barcelona. Uno de los mejores del mundo en su posición. Juega en la liga española, la casi amateur ASOBAL por culpa de la crisis, y nunca ha estado en la liga de Qatar ni nada parecido. Pero en Qatar es un ídolo, aunque le conozcan desde hace apenas unos días, como el que dice. Así lo demuestra que en la presentación de los jugadores para las semifinales del Mundial, llamados uno por uno, él fuera el más aclamado y aplaudido. Valero Rivera ha formado una selección competitiva. Primero porque está en el banquillo él, uno de los mejores entrenadores de la historia de este deporte, y después por la nacionalización de un puñado de buenos jugadores. Pero faltaba la puntilla, una estrella. Un Saric, por ejemplo. Convencieron al portero el pasado octubre, amparados por la tibia normativa para cambiar de selección, y aceptó, seducido por la posibilidad de disputar un Mundial y por el dinero, mucho, aunque no se sabe cuánto porque hay más secretismo y rumorología que certezas. Tres meses después de su «contratación», está en la final del Mundial y él es muy «responsable». En la semifinal contra Polonia se quedó sin pólvora la zurda de Markovic al principio y sí sacó a relucir su potencial Capote. Pero, sobre todo, el guardameta. Intimidatorio al principio y con hechos después. El duelo lo empezó Stojanovic entre palos y Polonia dominó los primeros minutos, liderada por Michal Jurecki y con una buena participación del estirado pivote Syprzak. Dos goles arriba para los europeos (7-5 min 10), renta que mantuvieron con comodidad hasta que apareció Saric. En una primera parte «sin porteros», negados los polacos y también Stojanovc, sus tres intervenciones y un par de ajustes en defensa giraron el encuentro, que al descanso lideraba Qatar por tres goles (13-16).

El Lusail Multipurpose Hall era una fiesta, pero quedaba partido y Polonia no se rindió. Cada amago de reacción lo cortaba el mismo protagonista. Un regresó explosivo mandó la ventaja más arriba (14-18, min 35) y cada vez que los polacos querían acercarse, parada de Saric. Por si fuera poco, Markovic sacó su fusil y Mallash, qatarí de Qatar, se unió a la fiesta. Y así hasta el 29-31 final. En el último minuto, Qatar ya sabía que iba a ganar. Valero Rivera se llevaba las manos a la cabeza. Después se abrazó con sus ayudantes antes de unirse a sus jugadores en el medio de la pista. Los polacos buscaban un culpable: los árbitros serbios, Stoijkovic y Nikolic, a los que aplaudían con sorna y que, sinceramente, barrieron para casa. Pero hubo una diferencia más grande: cuatro paradas de su portero Szmal por 12 de Saric.

Rugió el pabellón y entre el bullicio se oía a la afición hispano-qatarí, contratada como Saric. «Hasta el final, vamos Qatar». Acertaron. Sólo había que cambiar el artículo.