Cara a cara: ¿Debe fichar el Madrid a James Rodríguez?

El chico perfecto para ayudar a la «BBC»; por José Damíán González

Ya sabemos, Jorge, que el Real Madrid tiene decidido echar el resto por un centrocampista que refuerce esa zona de un equipo demoledor en ataque con la «BBC». Por ahí, la cancillería técnica del campeón de Europa hasta te va a hacer caso y el alemán Kroos es el mejor colocado. Pero también está obligado a apuntalar su delantera porque la temporada es larga, exigente y durísima. Y Bale, Benzema y Cristiano no pueden jugarlo todo porque corren serio riesgo de romperse en el tramo decisivo, como ya ha sucedido esta temporada, en la que Karim y «CR» han llegado «tocados», lo que no les impidió levantar la Décima.

w Menos presión para Benzema

Aquí la duda radica en si se va a por un ariete consagrado (se habló de Luis Suárez, se habla de Falcao) o a por alguien más joven. Y ése es James Rodríguez, que está cargando con el peso goleador de Colombia en ausencia del «Tigre». Sí, ya sé que es un segundo delantero, pero por eso mismo un Benzema al alza no se sentiría tan presionado como ocurriría compartiendo vestuario con Suárez o Falcao. James podría jugar en punta o en el 4-4-2 al que Ancelotti recurrió al final del año, con sacrificio de Bale en el repliegue defensivo. Y si se traspasa a Khedira o a algún otro medio, Isco, que me encanta, tendrá también más opciones y todos contentos. ¿Özil?, ¿quién se acuerda de Özil?...

w Declaró su amor al Madrid

Se ha demostrado que hasta esa máquina corporal que es «CR7» ha llegado tocado físicamente, exhausto, aunque dando un ejemplo de profesionalidad con el Madrid y con su país. También sabemos que Carletto lo apuesta todo a Benzema, su «9» sin discusión y al que el club va a ampliar su contrato. Por eso, y dando por hecho que Morata puede ir a la Juve y que Jesé estará listo hacia noviembre, James da el perfil: es un JASP (Joven Aunque Sobradamente Preparado), ha declarado su amor por el Madrid, el Mónaco le debe pasta, y las vuelve locas (a las defensas contrarias). El chico perfecto para el Real de la próxima temporada.

El mejor fichaje...el que no se hace; por Josrge D'Alessandro

Solemos decir en Argentina que, en el fútbol, el mejor fichaje es el que no se hace. Así nos gusta definir la contradicción de decirle «no» a un grandísimo jugador. Y a veces hay que hacerlo. Sí. Claro que James Rodríguez tiene todas las condiciones para ser contratado por cualquier equipo del mundo. Posee visión periférica, gol, es un gran pasador, muy hábil en la zona de tres cuartos... y, además, tiene la gran virtud de ser un futbolista muy completo. Pero no es lo que necesita el Real Madrid, José Damián. Te voy a explicar por qué.

w Isco cumple su función

Carlo Ancelotti tiene sobradamente cubierta la demarcación que ocuparía el futbolista colombiano: ya tiene a Isco, que reúne todas las cualidades que está exhibiendo James en el Mundial. El malagueño no ha conseguido todavía hacerse incuestionable en el Madrid, siempre escuchando eso de que se diluye en defensa y sólo piensa en atacar, aunque demostró a final de temporada que puede ser un futbolista esforzado. Isco no ha sucumbido a la «BBC» y pronto será el «crack» del Madrid. Fue víctima de no tener un sitio claro en el campo, pero cumple todos los requisitos para triunfar en el Bernabéu y también podría hacer de falso «9» si el equipo lo necesita. No tendría sentido interrumpir ahora su progresión fichando a otro en su lugar. Ni tampoco lo tendría contratar al diamante de Colombia un año después de haber vendido la zurda mágica de Özil, mejor jugador cuando no le pegan a la banda.

w El Madrid necesita otra cosa

James Rodríguez tampoco encontraría fácilmente un sitio en el esquema que maneja en estos momentos el técnico madridista. El Real está más empecinado en contratar a la estrella mediática del momento que en poner el ojo en la sala de máquinas, que es donde debería ponerlo porque es donde tiene más carencias. Como técnico te digo, Damián, que lo que necesita es el fichaje de dos centrocampistas que le proporcionen un mayor control de los ritmos de juego y soporte táctico para manejar el partido con autoridad. Y eso no lo puede hacer James.