Cara a cara: ¿La Champions del Madrid deja en nada el doblete del Barça?

Sí: Puyol señala el camino del Madrid; Alfredo Duro

Disfruta de tu épico y grandioso doblete, Cristóbal. Disfruta de esa gran gesta de la que se habla en toda Europa mientras todas las televisiones del continente repiten sin parar los goles de Paulinho y compañía para dominar con puño de hierro nuestro campeonato liguero. No hay canal de deportes en Europa que no haga redifusión permanente del «Road to Metropolitano» con el que el Barça y Messi hicieran historia en la Copa del Rey. Nada que ver con el triste «Road to Kiev» que presidía la fachada principal del Olimpiskyi Stadium para ver al Madrid coronarse como único e indiscutible rey de Europa. De verdad, háztelo mirar.

Lo importante. Te diría cosas muy serias huyendo de la ironía para retratarte y dejarte en evidencia, pero no hace falta. Ya lo ha hecho Carlos Puyol en mi lugar. Un barcelonista de verdad. Un producto de La Masía que se dejó el alma por su equipo y su selección y que es el recuerdo de casi todo lo que ahora mismo le falta a ese Barça que ha fracasado un año más con estrépito en lo importante: la Champions. Sí, Cristóbal Soria, eso que ganan los equipos grandes e inconformistas como el Madrid. Eso que quieren ganar jugadores grandes e inconformistas como Puyol. Una competición de la que te echa un tipo grande e inconformista como Manolas.

Te has quedado solo. Puyol se pregunta cuáles son las prioridades del Barça pero en realidad está llamando a seguir el modelo ganador del Madrid. Os ha dejado en ridículo. No tienes ni idea del significado de una Champions para el Madrid y para el resto del planeta, vacunado ya hace tiempo de ese mundo de plastilina futbolera en el que te mueves tú para que todo se estire según le convenga al Barcelona. La única verdad es que el planeta está rendido a las trece Copas de Europa del Madrid y que tú te has quedado solo en Canaletas pidiendo que te dejen subir al autobús del Barça.

No: Han ninguneado a nuestra liga; Cristóbal Soria

Entiendo perfectamente el estado de euforia de Alfredo Duro y de los que respiran y sienten como él, pero conmigo que no cuenten. Y si alguien espera una felicitación mía al madridismo, puede seguir esperando, acostado mejor que sentado. Pueden acusarme de mal perdedor, de no tener señorío y de lo que quieran, pero no felicito. Porque no. Habrán ganado otra Champions, sí. Pero no lo más importante en la vida, que es el reconocimiento y el respeto del mundo del fútbol. A nadie se le puede olvidar cómo el equipo de Zizou ha llegado hasta aquí y cómo dejó fuera de combate a Salah, la estrella egipcia del Liverpool, en la finalísima del pasado sábado.

Un gran menosprecio. Habría que recordarle esto mismo al propio Puyol, al que no es necesario explicarle nada. Por eso hablo de recordárselo. Después de la temporada que ha hecho el Barcelona, sería injusto menospreciar los títulos del equipo de Messi y echarle todas las flores a los de «Casimiro». Entiendo que el glamour y la repercusión de la Champions encajan perfectamente en el ADN merengón, pero, querido Puyol, no creo que haya un solo madridista contento con lo forma en que el campeón de Europa ha tratado a nuestra querida Liga y a nuestra querida Copa del Rey. Y tú, admirado Puyol, con tu tuit, le diste la razón a ese vestuario y a esos técnicos que han ninguneado por completo a la competición más exigente del mundo: la Liga española.

Eurovisión. Creo que a la vikingada habrá que recordarle varios nombres. Son los de Neymar, Dybala, Arturo Vidal, Alaba, Robben y Salah. Todos lesionados sin poder medirse a los de Zizou. Y, cómo no, los nombres de Ulreich y Karius, porteros más de Eurovisión que de Champions. O, si quieren ustedes, hablamos de Benatia, de Buffon y de penaltis. A la carta. Como soy un señor, les dejo elegir. Hablemos de lo que quieran.