Selección Española
El mago del balón
España se enfrentaba a Italia en el encuentro decisivo para alcanzar la fase final del Mundial de Rusia. El Santiago Bernabéu se vistió con sus mejores galas y los graderíos se tiñeron de rojo y de banderas españolas. Lo primero, descatar el planteamiento inteligentísimo de Julen Lopetegui, que comenzó sin delantero centro y con un trío de ataque formado por Asensio, Silva e Isco. La movilidad de estos tres talentos y su constante cambio de posiciones sirvieron para que la defensa «azzurra» estuviera persiguiendo sombras todo el partido. La de Isco Alarcón no la vieron nunca.
¡Qué exhibición!
¡Isco, Isco, Isco...! Con este cántico reconocía el público la exhibición del malagueño. El madridista es un jugador diferente. Con una clase descomunal y una inteligencia que maneja a la perfección, aparece y desaparece por todo el frente de ataque. Entre eso y sus virtudes técnicas volvió locos a todos los centrocampistas y defensas italianos, que nunca supieron por donde les llegaba. A Verratti le hizo un caño sutil, sublime, y nos dejó en esa misma acción una jugada para el recuerdo inventándose un pase que dejó a Carvajal en un mano a mano con Buffon. El veterano meta italiano ahí sí estuvo fino y evitó el gol del lateral.
Goles soberbios
El «22» de España puso en bandeja el triunfo de la Selección con dos soberbios goles: el primero de un magistral lanzamiento de falta y el segundo con un zurdazo desde el borde del área. Fue una actuación estelar que le ha encumbrado a ojos de todo el planeta. En cada partido Isco nos deja detalles de ese gran fútbol que tiene en sus botas. Y nos sorprende un día sí y otro también con acciones técnicas que a más de uno nos deja con la boca abierta. Por eso digo que Isco es un jugador único, un mago del balón.
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