Tira tira: No despeja dudas

Los amantes del resultadismo más duro y pragmático contemplarán el 0-1 de ayer en Balaídos desde la óptica de la botella medio llena, que si eso era lo único importante en medio de este bloqueo del Atlético, que la victoria ante el Celta puede suponer un punto de inflexión como dijo al final el propio Simeone, que si patatín, que si patatán... Pero el debate sobre este irregular e irreconocible equipo del Cholo sigue abierto. Y la botella puede que aún siga medio vacía, puede. El caso es que tres puntos balsámicos para seguir trabajando para mejorar, sí, pero futbolísticamente en Vigo otra vez cero patatero.

Atasco

Valga este dato significativo: el Atlético hizo cuatro remates y vio cinco tarjetas amarillas, más cartulinas que disparos. Es lo que hubo, es lo que hay. Y menos mal que Gameiro acabó con una sequía que duraba ya más de cinco meses. Pero en general, muy poco juego porque si en este Atlético no está Koke la circulación de balón es lenta, un atasco. Es verdad que al menos tras marcar su gol, el equipo se soltó algo, pero al final acabó de nuevo metido atrás, empujado por el rival, con otro central como Giménez en el campo y pidiendo la hora al árbitro.

El ausente

Tampoco estuvo Carrasco por unas molestias físicas tras esa censurable salida a paso de tortuga el otro día en el campo del Qarabag, que le ha valido la enésima llamada al orden en el vestuario. Ya dije la pasada semana en «El Chiringuito» que el belga es un jugador magnífico, distinto, con desborde, con regate, con velocidad y al que el Cholo está enseñando a disparar con precisión. Pero también un futbolista egoísta, que muchas veces mira más por él que por el equipo. ¿Así que la botella está medio llena o medio vacía? Un dilema.