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«El abrazo del oso» al Cholo

La Razón
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Bajemos el balón «al pasto», que diría el gran Di Stéfano. O quizá encontremos la excusa perfecta en que este meritorio Villarreal vistió de amarillo, ese color gafe que espantaba al gran Aragonés y que ayer se atragantó más que otras veces en ese Calderón «rarete». Y encima el torpedo del «Submarino» lo explotó el argentino Vietto, al que hizo debutar el Cholo en Racing cuando aún era un chico imberbe, y que antes del partido abrazó al entrenador rojiblanco. Caray con el niño, el «abrazo del oso», Cholo...

Vietto, el nene argentino

Así que cayó el Atlético en casa cortando una racha impecable en el Calderón, 27 encuentros de Liga sin perder en su hábitat natural, con lo que perdió la ocasión de oro de haber cazado al Barça en el segundo puesto de la tabla. Esta vez no acudió al rescate ni el Atlético Aviación, no se pudo dinamitar ni con el balón parado a un rival ordenadísimo, prudente al principio pero tocón y jugón luego, que fue creciendo poco a poco hasta tumbar al equipo rojiblanco en el minuto 84, una genialidad del nene argentino, el zarpazo del osito, Cholo. Y es que el Villarreal se dio cuenta de que el enemigo mostraba signos de cansancio en el segundo tiempo y subió el periscopio.

Horrible Pérez Montero

También hubo momentos para la polémica (arbitral), cuando ese pésimo Pérez Montero, una especie de «mono con pistolas», mostró siete amarillas y tuvo un par de fallos garrafales. Porque hubo una mano clara de Gabi en el área que era penalti, y hubo un testarazo letal, legal, de Mandzukic que se anuló por un piscinazo del «Mario amarillo» que debió gustarle al colegiado hasta convertir el vino en agua. Ah, el amarillo, recordado Luis...