Barcelona
El gran Barça de Valverde
No fue fácil su comienzo como sustituto de Luis Enrique, pero no pierde desde la derrota en la Supercopa y es líder destacado en Liga.
Esta Navidad ha sido más azulgrana que blanca después de otro clásico en el Bernabéu ganado por el Barcelona. Casi una sentencia a la lucha por la Liga, que no tardó en relativizar Ernesto Valverde, que tiene muy claro que en el fútbol, ni el infierno es eterno ni al cielo se llega en diciembre. «Cuando un equipo pierde, todos nos ponemos tremendistas. Lo digo por experiencia, como cuando me pasó en la última Supercopa de España».
Vayamos por partes:
Infierno: hace cuatro meses.
Neymar dejó el Camp Nou y los fichajes eran Paulinho, un brasileño de 29 años que venía de la Liga china, y Semedo, un lateral. Después llegaría Dembélé, pero antes de la incorporación del jugador del Borussia estaba la Supercopa contra el Real Madrid: 1-3 en el Camp Nou y 2-0 en el Bernabéu. 5-1 a favor de un equipo que venía de brillar también en la Supercopa de Europa. Los peores análisis apuntaban a un año más que complicado para los azulgrana y para Valverde. «No tenemos reparo en admitir que han sido mejores, pero el año es largo y se verá», dijo el técnico.
Cielo: de agosto a diciembre.
Desde aquella derrota en el Bernabéu a la nueva visita al campo del Madrid han pasado 17 jornadas de Liga, de las que el Barça ha ganado 14 y ha empatado tres, seis partidos de la Champions, con cuatro victorias y dos empates para terminar primeros de grupo, y dos encuentros de Copa, dos triunfos para clasificarse para octavos. Ni rastro de derrotas, algo que según todos los análisis es responsabilidad principal del trabajo de Valverde.
«Tras la derrota en la Supercopa había que cambiar muchísimas cosas y el míster se ha encargado de eso», analiza Jordi Alba, uno de los que ha dado un salto de calidad después de haber perdido su condición de indiscutible con Luis Enrique. «Valverde nos da tranquilidad y nos deja jugar a nuestro aire, sin presión. Defensivamente estamos más ordenados, muy juntos y concediendo pocas ocasiones. Ofensivamente, el equipo no es tan vistoso como con tres delanteros, pero tenemos más libertad y sorprendemos más», continua el defensa.
Con siete tantos encajados, el Barcelona es el menos goleado de la competición. La pasada campaña a estas alturas, el conjunto azulgrana tenía 35 puntos (diez menos que ahora) y había recibido 17 tantos (diez más que ahora). La seguridad defensiva ha sido el punto de partida, aunque para ello haya tenido que sacrificar algo de brillantez e incluso en muchos partidos el dibujo clásico, el 4-3-3, convertido en un 4-4-2 sin dramas. También el discurso ha variado algo. «La posesión no te hace ganar un partido», se atrevió a decir Valverde. En la época de Martino, por ejemplo, se lio gorda cuando venció en Vallecas 0-4, pero tuvo la pelota en sus pies menos tiempo que el rival.
La aportación de los jugadores del banquillo es otra de las claves. La temporada pasada la «segunda unidad» bajaba el nivel de los titulares, pero ahora Vermaelen, Aleix o Alcácer sí cuentan.
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