Real Madrid
El plan B de Zidane sí funciona
A diferencia de otras muchas noches esta temporada, todo salió como Zidane lo había planeado. Su Madrid es indescifrable, especialmente si es la Champions la que está de por medio. «Sabemos lo importante que es esta competición para el club, que por algo tiene doce Ligas de Campeones. Jugamos noventa minutos impresionantes y no sólo con balón, que ya sabemos que podemos hacer cosas fantásticas. Sin él, tuvimos mucha agresividad e intensidad», reflexionaba Zizou, muy satisfecho por la reacción del equipo justo cuando la plantilla, y sobre todo él, se jugaba gran parte del crédito. No tiembla el Madrid viviendo en el alambre si el escenario es su competición y lo hizo sin el equipo de gala que todos esperaban y con varios futbolistas de esa segunda unidad tan devaluada y criticada en lo que va de curso. Ese plan B que el año pasado ganó gran parte de la Liga y ayudó a que los titulares llegasen frescos a Europa, había sufrido hasta ante equipos de Segunda B. Ayer, tres de sus miembros más cualificados fueron protagonistas en la victoria ante el temido París Saint Germain, que lo fue durante muchos minutos.
No quiso Zidane afirmar que le había ganado la partida táctica a Emery, pero sí que lo pareció. Sospechoso desde su llegada de falta de experiencia y cintura en la pizarra, ya ha derrotado a Simeone o Allegri y ayer en los cambios le pudo a otro de esos súper entrenadores en cuanto a la estrategia. «Con Isco buscaba superioridad en el medio y lo ha hecho fenomenal con y sin balón. Aparecía desde segunda línea, ha tenido mucha movilidad y ha sido clave, especialmente al inicio del partido», explicaba el técnico del Madrid. Prefirió dejar a Bale para cuando el rival estuviese más cansado. «Al final cambiamos, porque sabíamos que ellos no podían aguantar al mismo nivel todo el tiempo. Lucas y Asensio nos daban profundidad y amplitud con Gareth arriba. Buscábamos esto y nos ha salido», confesaba el francés más contento de todos los que había ayer en los vestuarios del Bernabéu.
Marco, el mismo que deslumbró en verano y el curso pasado, había empalidecido en los partidos de Copa. En la Duodécima le marcó al Bayern y cerró la final de Cardiff. Un chispazo en Butarque le ha permitido volverse a enchufar y su partido ante la Real Sociedad hizo que alguno pidiese su titularidad ayer. Ayer cabalgó justo en la banda que Emery había reforzado en la segunda mitad juntando a dos laterales. En la segunda parte Zidane tenía otro plan y fue el que funcionó.
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