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Derrota del Real Madrid (3-1) ante el Bayern con detalles para el optimismo

Modric disputa un balón con Müller ante la mirada de Thiago
Modric disputa un balón con Müller ante la mirada de Thiagolarazon

Lo de menos era el resultado, esa derrota (3-1) ante el Bayern. Sólo era un amistoso de pretemporada, el primero del Real Madrid, pero sirvió para dar pistas de lo que puede suceder en el equipo este curso. Al menos de lo que sucede en la cabeza de Zidane porque esa primera alineación puede parecerse mucho a la que comience la Liga contra el Celta. Y sucede, por ejemplo, que Bale le sobra. Antes de que comenzara el encuentro ya era noticia por quedarse fuera de la convocatoria.

El galés no cuenta para el técnico madridista, que confía ciegamente en los jugadores con los que consiguió tres Copas de Europa consecutivas en su primera etapa en el banquillo del Madrid. Cuenta, por ejemplo, con Isco y Asensio, discutidos durante gran parte de la pasada temporada pero imprescindibles para Zizou. Isco ocupó un puesto en el centro del campo, el que debe ser para Casemiro cuando se incorpore al trabajo con el resto de sus compañeros después de ganar la Copa América con Brasil. Y Asensio tomó posiciones para ocupar ese lugar como “extremo” derecho que no parece tener un dueño definido.

La izquierda es de Hazard, que se estrenó con un número extraño, el “50” a la espera de tener un dorsal definitivo, probablemente el “11” cuando lo libere Bale. Disparó con peligro en una ocasión que despejó con seguridad Manuel Neuer y abrió el campo por su costado para que el Madrid llegara con peligro en más de una ocasión.

Poco más se pudo ver, porque el belga desapareció tras el descanso, igual que los otros diez componentes de la alineación inicial. Un once nuevo y vuelta a empezar después de una discreta primera parte en la que el belga y Benzema fueron los que más se hicieron notar en ataque. El Madrid mandó en el campo durante gran parte de esa primera mitad, pero no pudo sobreponerse al error defensivo que provocó el primer gol del Bayern. Sergio Ramos salió a tapar una pared en el borde del área y no había nadie para contener la llegada de Tolisso desde atrás para rematar el pase de Alaba desde la izquierda. Varane estaba desaparecido a pesar de que debía tapar ese espacio en el centro de la defensa. Lo grave es que tuvo dos oportunidades de hacerse visible, porque el primer remate del francés lo sacaron entre Courtois y Marcelo desde la línea de gol. Pero nadie pudo despejar el segundo.

Hizo méritos el Madrid para no marcharse perdiendo al descanso, pero sin premio. Empezó después un partido nuevo, con protagonistas diferentes y con detalles apreciables en ataque con un equipo plagado de jugadores de ataque, con Jovic como referencia y con Lucas Vázquez, Rodrigo, Vinicius y Kubo por detrás.

Se hicieron notar los más jóvenes, especialmente Kubo que mostró su facilidad para el pase, y Rodrygo, que forzó la expulsión del portero Ulrich, que había sustituido a Neuer. Lo encaró con un balón en profundidad y el portero alemán lo zancadilleó fuera del área, aunque Rodrygo también quiso buscarlo, y se ganó la tarjeta roja. El mismo Rodrygo se encargó de poner la pelota en la escuadra en el lanzamiento de la falta para marcar el único gol del Real Madrid, que para entonces ya había encajado tres.

El equipo de Zidane se mostraba peligroso en ataque, aunque sin gol como ya le sucedía la temporada pasada, pero dejaba mucho espacio por detrás cuando tocaba defender los contraataques alemanes. Alguno salvó Keylor Navas, que había sustituido a Courtois, pero era imposible contener las llegadas de los jugadores alemanes, que encontraron dos goles más en los pies de Lewandowski y Gnabri y que pudieron haber marcado alguno más.

Al menos al Real Madrid le queda el consuelo de la aparición de Kubo y de Rodrygo. Y, sobre todo, que es el primer partido de la pretemporada. Ya lo dijo Vujadin Boskov después de perder 9-0 en un amistoso contra el mismo Bayern de Múnich: “mejor perder una vez por 9-0, que nueve veces por 1-0”.